Alimentación del bebe: de 6 meses a los 2-3 años

En este artículo nos centramos en la alimentación del bebé que ha cumplido seis meses. A partir de ahora necesita mayores cantidades de nutrientes específicos como, por ejemplo, hierro, calcio y vitamina D. Tomar sólo leche no será suficiente para alcanzar las necesidades, por ello es necesario complementar su alimentación con otro tipo de alimentos.
- ¿Qué es la alimentación complementaria?
- ¿Por dónde empezamos?
- Excepciones alimentarias que aún no podemos ofrecer
- Alimentos que se creía que no podíamos ofrecer, pero sí
- Cómo ofrecerles los nuevos alimentos
Es importantísimo destacar que no sólo debemos tener en cuenta las necesidades nutricionales, pues en los primeros años de vida se establece la relación con la comida, se descubren sabores, olores, texturas, lo que les gusta y lo que no… por ello no deberíamos limitarnos a alimentarlos, sino que debemos enseñarles a hacerlo de manera saludable, pues unos correctos hábitos adquiridos en la edad infantil perdurarán en la edad adulta y reducirán el riesgo de desarrollar enfermedades tanto en la infancia como en el futuro.
¿Qué es la alimentación complementaria?
La alimentación complementaria es aquella alimentación que complementa las tomas de leche, que seguirá siendo la base de la alimentación de los pequeños hasta el año de edad. Se aconseja que al menos tomen entre 400-500 ml de leche al día.
¿Por dónde empezamos?
No hay una recomendación específica de qué alimento se debe comer antes que otro, por ello, si no tienes claro por dónde empezar, es bueno seguir las recomendaciones de tu equipo pediátrico pues son quienes pueden resolver las dudas que te vayan surgiendo. Eso sí, en caso de detectar que sus consejos no están actualizados o no coinciden con los tuyos es conveniente que comentes amablemente tus inquietudes pues seguramente te ofrecerán otras opciones.
Podemos empezar ofreciendo un gran abanico de alimentos: cereales como el arroz, el pan, la pasta…, frutas y hortalizas, legumbres, huevo, carnes y pescados, aceite de oliva, frutos secos triturados o molidos… De hecho, puede consumirse casi todo, aunque contamos con algunas excepciones que deben evitarse hasta más adelante. Conozcámoslas.
Excepciones alimentarias que aún no podemos ofrecer
- Alimentos con riesgo de atragantamiento: aunque muchos alimentos no son un problema por su composición nutricional sí pueden serlo por su forma o textura. Alimentos como frutos secos enteros, zanahoria cruda, uvas enteras, manzana a trozos grandes y gordos… tienen más riesgo de provocar atragantamiento en los bebés y niños por lo que debemos esperar a ofrecerlos enteros hasta pasados los tres años. Esto no quiere decir que no puedan ofrecerse, sólo habrá que hacerlo de manera diferente: frutos secos triturados formando parte de salsas, purés o utilizados como alimento para rebozar, zanahoria cocida, uvas troceadas, manzana en laminas finas, etc.
- Leche entera, yogures y queso tierno: la leche de vaca no debe ofrecerse nunca antes de los 12 meses, y después puede ofrecerse paulatinamente en pequeñas cantidades hasta sustituir totalmente a la leche de fórmula, podemos mezclar en el mismo biberón leche de fórmula y de vaca para progresivamente hasta sustituirla del todo. En el caso de seguir con la lactancia materna, no será necesario ofrecer la leche de vaca. Los yogures naturales (sin azúcar) y el queso fresco o tierno pueden ofrecerse a partir de los 9-10 meses, en pequeñas cantidades y aumentarlas también de manera progresiva.
- Alimentos superfluos: es importante destacar que los niños menores de un año no deben consumir azúcar, miel, cacao y chocolate, edulcorantes, flanes, postres lácteos, galletas, zumos envasados, bollería, embutido… e incluso debe retrasarse lo máximo posible y en la menor cantidad posible por su baja calidad nutricional. También es conveniente evitar la sal.
- Existen alimentos que los bebés y niños no pueden tomar debido a su toxicidad, estos los detallaremos en la segunda parte del artículo pues es importante conocerlo en detalle.
Alimentos que se creía que no podíamos ofrecer, pero sí
Hasta hace relativamente poco tiempo aún se creía que alimentos como el huevo, melocotón, fresa, cacahuete, semillas, etc., debían ofrecerse en meses posteriores debido a su potencial alergénico, y una recomendación habitual era aconsejar esperar hasta los 18 meses, pero varios estudios recientes han demostrado que retrasar su introducción no interfiere en el desarrollo de alergias, por lo que pueden ofrecerse sin miedo a partir de los seis meses, simplemente debe prestarse mayor atención por si provocan reacción alérgica. Y si todavía nos quedan dudas, pues es un consejo aún muy extendido es bueno que sepáis que la Academia Americana de Pediatría, la Academia Europea de Alergia e Inmunología Clínica, la Sociedad Europea de Gastroenterología, Hepatología y Nutrición pediátrica y la Agencia Europea de Seguridad Alimentaria afirman que pueden ofrecerse sin temor a partir de los seis meses.
Cómo ofrecerles los nuevos alimentos
En muchas ocasiones no sabemos por dónde empezar, seguir unas recomendaciones sencillas nos lo puede poner todo más fácil:
- Es muy recomendable ofrecer los nuevos alimentos de manera cómoda y relajada, sin ruidos (televisión, teléfonos…) para que el bebé preste toda su atención a la comida y no se distraiga.
- Si no acepta los nuevos alimentos debe mantenerse una actitud positiva y tolerante, para que el rechazo sólo sea temporal y volver a ofrecer los alimentos pasado unos días.
- Nunca debe forzarse u obligar a comer al bebé pues puede resultar contraproducente. Si escupe la comida más de una vez, prueba a darle al día siguiente, simplemente puede que no esté receptivo.
- Aunque a veces es inevitable, es importante no comparar al bebé con otros. Cada uno tiene su ritmo y cada niño come cantidades diferentes, así que a no ser que exista riesgo de salud por un bajo peso, cosa que no es habitual en nuestra sociedad, es bueno respetar su sensación de hambre y sobre todo cargarse de paciencia, pues hasta ahora tu bebé sólo ha conocido la leche, por lo que el primer contacto con el nuevo alimento, como poco le parecerá extraño. Puede gustarle o no, pero por naturaleza los bebés son curiosos por lo que un día u otro querrá probar los nuevos alimentos que se le ofrecen.
Para conocer que cantidades podemos darles, que pasa si no quieren comer, alimentos tóxicos para niños… puedes leer la segunda parte de este artículo: Alimentación infantil por etapas: de los 6 meses a los 2-3 años (II).