Alimentos para la mente

La alimentación es primordial para el buen funcionamiento de la mente e influye en la actividad y energía del cerebro. Hay nutrientes que resultan de especial interés para potenciar nuestras funciones cerebrales:
Pescado azul, frutos secos - Ácidos grasos esenciales omega 3 y omega 6. Son necesarios para el desarrollo y mantenimiento de una correcta función cerebral, pues forman parte de las membranas neuronales y, por tanto, afectan a la conducción y la transmisión neuronal. Además, a diferencia de otros ácidos grasos, éstos son esenciales, y sólo se pueden adquirir a través de la alimentación. Por eso, una ingesta insuficiente de estos ácidos grasos puede afectar al adecuado procesamiento de las señales y producir diversas disfunciones en la neurotransmisión, favoreciendo la aparición de ciertos trastornos como la depresión. Para asegurar una ingesta adecuada de este tipo de ácidos grasos, se recomienda consumir aceite de semillas, pescado azul entre dos y tres raciones semanales, así como incluir en la dieta diaria una ración de frutos secos.
Carne, pescado, huevos y lácteos – Triptófano y taurina. Es un aminoácido que entre otras funciones resulta ser un precursor de la serotonina, neurotransmisor involucrado en numerosas funciones de nuestro organismo, entre las que destaca su efecto sobre el estado de ánimo, el control del apetito, el estado de sueño y vigilia, la memoria y el aprendizaje. El triptófano se encuentra sobre todo en alimentos de naturaleza proteica, pero también en otros que en aunque en menor proporción, también contienen proteínas, como las legumbres, cereales y frutos secos. La taurina es un aminoácido que ayuda a combatir el estrés y la ansiedad. Aunque se sintetiza en el organismo, una parte se ha de adquirir a través de la dieta en la dieta, y su fuente fundamental es a partir de productos de origen animal.
Cereales, levadura de cerveza y alimentos proteicos - Vitaminas del complejo B. Están involucrados en la velocidad, y transmisión de la conducción neurológica y favorecen la capacidad de memoria y concentración. Se encuentran en alimentos como cereales integrales, legumbres y frutos secos
Las más relevantes son:
- Vitamina B6 o piridoxina. Esta vitamina interviene en el metabolismo de las proteínas, y también en la síntesis de neurotransmisores, como la serotonina, que se encarga de regular el estado de ánimo. Se encuentra principalmente en el huevo, el pescado, los lácteos, las carnes y cereales fortificados.
- Vitamina B1 o tiamina. Desempeña un papel esencial en el metabolismo de los carbohidratos y por tanto la producción de energía; tan necesaria para la conexión entre neuronas, que se ha comprobado que es mayor que la requerida entre cualquier otra forma celular. Esta vitamina, además, es necesaria para el correcto funcionamiento del sistema nervioso central porque interviene en la síntesis de neurotransmisores y favorece la transmisión nerviosa. Puede ayudar en el tratamiento de la depresión. La vitamina B1 o tiamina se encuentra en alimentos de origen animal, como la carne, el pescado y lo huevos, y en alimentos de origen vegetal como los cereales, los vegetales de hoja verde, el germen de trigo y la levadura de cerveza.
- Vitamina B12 o cianocobalamina. Vitamina que ayuda a mejorar la memoria. Interviene en la formación de células, y es necesaria para el funcionamiento y mantenimiento del sistema nervioso. Un déficit de vitamina B12 puede producir irritabilidad y depresión. Las principales fuentes de vitamina B12 son los alimentos de origen animal, como pescado, la carne, la leche y los huevos.