Consejos para hacer más saludable la cena de Navidad

Primer plato: ensalada, sopa o crema de verduras
El primer plato, si lo elegimos bien, puede saciarnos un poco y evitar que nos cebemos con el segundo y los postres. Meter algo de verdura siempre es una buena idea y una sopa nos sentará bien al entrar caliente.
Segundo plato: carne o pescado bien cocinados
La carne o el pescado puede ir cocinada a la plancha, horno o al vapor, siendo así el plato más ligero y fácil de digerir. Como guarnición, podemos elegir verduras y si lleva salsa, podemos hacerla light con yogur y especias.
Cuidado con las calorías que bebes
Una de las mayores fuentes de calorías en estas cenas suele ser la bebida. Podemos limitar el consumo de bebidas con alcohol y azucaradas a los momentos más especiales como los brindis. O ir alternando con el agua.
Los postres: ¿con fruta?
Junto con los turrones, los bombones y los postres calóricos son un clásico. Pero, ¿y la fruta? Prueba a poner como plato principal de postre una bandeja grande con fruta cortada y regada con zumo de naranja. También se puede añadir algo de nata o leche condensada para darle más sabor. Después de este postre, abusaremos menos de turrones y bombones.
La cena de Navidad: una vez al año
Solo una cena, por muchos excesos que cometamos, no va a hacer que engordemos de forma significativa o que echemos por tierra nuestros hábitos saludables. El problema es cuando la navidad se prolonga durante dos semanas y en todas las comidas y cenas cometemos excesos. Si somos conscientes de lo que comemos y ponemos algunas medidas, podemos hacer la cena de Navidad más saludable.
Si durante la Navidad vamos a seguir haciendo deporte y el resto de las comidas las normalizamos como si fuese un día de entre semana, esta comida apenas va a tener repercusión en nuestra dieta, es como una gota de agua en un vaso.