Destapamos los 10 mitos alimentarios más populares

Todo el mundo hemos escuchado alguna vez cosas alrededor de la alimentación. Vamos a desmontar los mitos alimentarios.
“¡El pan engorda!”
La barra de pan nunca ha faltado a la hora de la comida en casa de tus padres. ¿Por qué ibas a dejar de comerlo ahora? ¿Porque engorda? ¡Pero si el pan no engorda! Es un alimento sin apenas grasa. La Confederación de Consumidores y Usuarios (CECU) insiste en que lo que realmente aumenta nuestra ingesta de calorías es lo que acompaña al pan: mantequillas, embutidos… Además, comer más de lo que gastamos es lo que realmente nos hace engordar.
"Vale, el pan no engorda. ¡Pero la miga sí!”
Mito alimentario a la vista. ¡Qué no! ¡Esta es otra falsa creencia más! INCERHPAN, Organización Interprofesional Agroalimentaria de Cereales Panificables y Derivados lanzó la campaña “Pan cada día!” en la que dejaron claro que la miga no aporta más calorías que la corteza. Son el mismo producto y su única diferencia es que la corteza se deshidrata con el horneado mientras que la miga mantiene un aspecto más esponjoso gracias al agua que conserva.
“Bueno, al menos el agua nos ayuda a perder peso”
¡Ingenuos de nosotros! Pues no, el agua no nos hace perder peso. En todo caso, beber agua hace que comamos menos pero en ningún caso reduce milagrosamente nuestra grasa corporal. Al tomar agua, una sustancia sin calorías, tendemos a comer menos y eso sí ayuda a perder unos kilitos.
”Los productos light no engordan”
Desgraciadamente, lo que diferencia un refresco light a un refresco normal es que está reducido en alguno de su azúcares pero esto no significa que aporte menos calorías. Por más light que sea, si se consume en abundancia también engordará. Esto se aplica a cualquier producto light bajo en grasas, sales…
“La fruta como postre engorda”
De oírlo tantas veces, es normal que hayamos acabado por creérnoslo. Según el informe de la CECU, la fruta aporta las mimas calorías antes o después de las comidas. La ventaja de consumirla antes es que, gracias a su contenido en fibra y agua producen un efecto saciante.
“Yo intento comer pequeñas comidas a lo largo del día para aumentar mi metabolismo”
Ken Gunnars de Authority Nutrition afirma que nuestro metabolismo sube un poco mientras digerimos nuestra comida pero lo que determina la energía que utilizamos es la cantidad de comida que ingerimos, y no el número de comidas a lo largo del día.
“Los productos integrales adelgazan”
La CECU nos aclara que los productos integrales contienen las mismas calorías que los productos refinados. La diferencia es que los productos integrales tienen mayor contenido de fibra y minerales. Gracias al poder saciante de la fibra, evitamos comer más cantidad de otros alimentos.
“Me salto una comida, a ver si así pierdo peso”
Lo que ayuda a controlar la ingesta de grandes cantidades de comida, y así evitar aumentar de peso, es realizar 5 comidas diarias para ayudarnos a no llegar con excesiva hambre a la siguiente comida. La CECU nos indica que si queremos bajar de peso, debemos reducir el tamaño de las raciones y evitar los alimentos energéticos.