Educación en nutrición

La infancia y la adolescencia son etapas de gran interés para la nutrición, ya que es la época en la que se crean y consolidan unos hábitos alimentarios (HA) que, correctos o no, se mantendrán casi durante toda la vida; además, es una etapa potencialmente influenciable. Los HA son el resultado del comportamiento más o menos consciente, colectivo en la mayoría de los casos y siempre repetitivo, que conduce a seleccionar, preparar y consumir un determinado alimento o menú como una parte más de sus costumbres sociales, culturales y religiosas y que está influenciado por múltiples factores (socioeconómicos, culturales, geográficos, etc.).
Para crear unos HA correctos en la población infantil, es necesario influir en el medio familiar y escolar con mensajes claros y concordantes, teniendo en cuenta las preferencias, costumbres y situaciones socioeconómicas a fin de proponer dietas razonables, y de fácil aceptación y aplicación.
Desde una perspectiva integral del concepto de salud (hábitos saludables, patrones dietéticos y hábitos higiénicos), la promoción de un estilo de vida activo puede contribuir a la mejora de la calidad de vida de las personas desde edades tempranas (infancia y adolescencia), ya que los escolares más activos declaran con mayor frecuencia una mejor y más estrecha relación con su familia, mayor rendimiento académico, menores niveles de ansiedad y depresión y conductas más saludables en lo que se refiere a los HA. Una buena educación nutricional promociona la salud mediante el aprendizaje, adecuación y aceptación de hábitos alimentarios saludables, de acuerdo con la propia cultura alimentaria y los conocimientos científicos en materia de nutrición que se tienen hasta el momento.
La educación nutricional se puede realizar desde distintos ámbitos:
- La familia es un buen lugar para ejercerla, dado que el individuo desde que nace comparte la comida con el resto de la familia y existe una relación de proximidad y afecto entre los distintos miembros.
- Los centros escolares son un entorno social fundamental para los niños y los adolescentes, y se han realizado múltiples intentos para utilizarlos en la promoción de conductas saludables en la juventud, incluyendo HA saludables y la práctica de actividad física. En muchos casos los niños realizan el almuerzo en el comedor escolar (la mayor parte de ellos comen en el comedor escolar 5 días por semana, durante 9 meses al año. El aula también es, por tanto, un buen lugar para fomentar los conocimientos.
Actualmente en España, los conocimientos sobre alimentación y nutrición están cubiertos por varias asignaturas tales como Conocimiento del Medio Rural, Social y Cultural y Educación Física (Educación Primaria), Ciencias de la Naturaleza y Educación Física (Educación Secundaria), y Anatomía Aplicada y Educación Física (Bachillerato); sin embargo, en su totalidad no representa un porcentaje muy alto dentro de la educación escolar.
Pese a los esfuerzos realizados por fomentar HA saludables, es difícil que el mensaje correcto llegue a la población, por ello, es importante encontrar distintas herramientas para conseguir este objetivo.