El plus calórico de la comida de Navidad

Las cifras de un menú típico de Navidad
Está claro que estas fiestas son para disfrutarlas, y no estar contando calorías, pero no está de más hacer una pequeña reflexión para ser conscientes de la cantidad de calorías que tomamos en la comida de Navidad o en cualquier celebración. Y es que de una sentada podemos llegar a tomar más de las ingeridas durante todo un día normal. Si escogemos un menú típico y hacemos su desglose calórico, nos vamos a encontrar con la siguiente sorpresa:
- Aperitivo: 3 croquetas de bacalao, 2 canapés de foie y compota de manzana, 2 rollitos de jamón con queso Brie, 3 langostinos con mayonesa. 778 Kcal aprox.
- Primer plato: Sopa de Navidad (tipo cocido: apio, zanahoria, puerro, col, nabo, garbanzos, patata, morcilla, ternera y gallina). 550 Kcal aprox.
- Segundo plato: Pavo guisado relleno con patatas “panadera”. 600-650 Kcal aprox.
- Postre: 1 trozo de turrón de Jijona + 1 polvorón. 500 Kcal aprox.
- Bebidas: 2 copas de vino blanco. 160 Kcal aprox.
La reflexión saludable
Por tanto, en una única comida de Navidad podemos llegar a tomar más de 2.500-2.700Kcal, las calorías diarias que le corresponderían a un hombre de 45 años, 1.75m de estatura y 75Kg de peso, que puede variar en función de actividad física. La grasa, los azúcares simples (de los postres navideños) y el alcohol son en gran parte los responsables de este gran incremento calórico, aunque también va a depender de las cantidades. Y es que después de cada comida siempre nos hacemos la misma pregunta, ¿por qué habré comido tanto? La respuesta también hay que buscarla en que no paramos de comer hasta obtener un 110% de sensación de plenitud. Por tanto, el primer consejo va a ser moderar la cantidad, y no repetir plato. Y éste puede ir acompañado por otras recomendaciones básicas tales como:
Consejos para no pasarnos en la comida de Navidad
- Evitar aquellos aperitivos con mayor contenido graso, e intentar escoger las opciones que resulten más livianas a nivel calórico, como: jamón ibérico, 3 langostinos a la plancha con ajo y perejil, pimiento con atún, brochetas de tomate cherry con queso fresco y salmón, canapés con humus y anchoa.
- En caso de que las carnes y los pescados que conforman los segundos platos vayan acompañados por alguna salsa con alto contenido graso, mejor evitar mojar con pan. Si tenemos varias carnes a elegir, conviene optar por las de ave (pollo o pavo) por tener menor contenido graso. Y entre los pescados, los más adecuados son los blancos, siempre mejor al horno o a la brasa. Las especias pueden ayudar a dar sabor a los platos sin necesidad de añadir salsas grasas.
- La hora de la sobremesa es delicada, pues es cuando se nos presentan los turrones, polvorones, bombones, etc. La mejor manera de controlarlo es crear raciones delimitadas, separando dos o tres piezas en un plato, para tener mayor control de lo que se come. Si la sobremesa se alarga mucho y los dulces están aún en la mesa y pueden ser un reclamo continuo, podemos tomar una infusión que favorecerá la digestión y, en cierta medida, evitará que comamos más.
- Con respecto a las bebidas alcohólicas, hemos de ser conscientes de que representan un aporte calórico extra. En general, se suelen tomar dos copas de vino durante la comida o la cena, y una de cava con los postres. Debemos intentar son sobrepasar esta cantidad.
- Los refrescos gasificados azucarados no son recomendables para acompañar las comidas navideñas. Mejor sustituirlas por agua que deberá convertirse en la bebida mayoritaria durante las fiestas.
Isabel López – Licenciada en Ciencia y Tecnología de los Alimentos – Diplomada en Nutrición Humana y Dietética – Nutricionista consultora de Advance Medical