Legumbres: cuidan la salud y el planeta

16 Mar 2020
Legumbres y medioambiente

Se recomienda consumir legumbres como mínimo dos veces por semana.

Beneficios de las legumbres

Además de proporcionar energía en forma de hidratos de carbono, son buena fuente de proteínas vegetales, micronutrientes (vitaminas y minerales) y fibra. Y no es de extrañar que se promueva su consumo y que la Asamblea General de la ONU declarara en 2016 “el año internacional de las legumbres”, no sólo para reconocer su valor nutricional, sino también para recordar que su cultivo es favorable en la recuperación de suelos erosionados.

Recetas a base de legumbres

El deterioro del suelo

La degradación del suelo es cada vez mayor, y la actividad humana tiene gran parte de responsabilidad. La agricultura abusiva y mal planificada, el urbanismo y la industria han debilitado gran parte de este medio natural. Y aunque es renovable, los procesos naturales son demasiado lentos. Por otro lado, también existe un efecto bilateral entre el cambio climático y el estado del suelo. El aumento de la temperatura media de la tierra, y los efectos meteorológicos extremos (lluvias torrenciales, sequía…) favorecen la erosión y la disminución de la humedad del suelo, empobreciéndolo y afectando a su calidad. De igual forma, los cambios en el uso de la tierra y el suelo pueden acelerar o enlentecer el cambio climático. Y aunque no es lo único que se ha de mejorar, es imprescindible realizar una gestión sostenible de las zonas agrícolas para recuperar y renovar los ecosistemas.

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Ventajas del cultivo de legumbres

El cultivo de legumbres tiene ciertas ventajas frente al de otras especies vegetales, jugando un papel importante en la recuperación de suelos deteriorados. En agricultura ecológica, es habitual este movimiento rotatorio y utilizar las leguminosas para aumentar el contenido de nitrógeno en el suelo de manera natural. En cambio, en la agricultura convencional, es frecuente incorporar nitrógeno a través de fertilizantes o abonos nitrogenados, cuyo abuso altera el ciclo natural del nitrógeno y favorece la contaminación por nitratos del agua. En este sentido, utilizar legumbres ayuda a reducir la cantidad de estos fertilizantes. Por otro lado, la Política Agrícola Común (PAC) establece un incentivo al cultivo de leguminosas y fomenta la diversificación, para favorecer una actividad agrícola sostenible, que respete mejor el medioambiente.

Cultivos fijadores de nitrógeno (CFN)

Esto se produce gracias a la asociación existente entre las plantas leguminosas y unas bacterias fijadoras de nitrógeno (Rhizobium leguminosarum). Estas bacterias, presentes en el suelo, forman nódulos en las raíces de la planta, produciéndose una relación simbiótica entre ambas. Se establece un beneficio mutuo, en el que las bacterias captan el nitrógeno de la atmósfera y lo hacen asimilable para la planta, y a su vez, esta proporciona azúcares obtenidos de la fotosíntesis a las bacterias. Como resultado, el cultivo de legumbres enriquece el suelo con nitrógeno, nutriente básico para las plantas y para la buena productividad de los cultivos.

No hay dudas pues, de que las legumbres, aparte de resultar valiosas a nivel nutricional, se consideran buenas aliadas en los cultivos rotatorios para mantener y aumentar la salud del suelo.

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isabel lopez
Autor/a: Isabel López

Actualmente forma parte del equipo de nutrición de Advance-Medical (Teladoc Health).

Nutricionista experta en prevención de la obesidad.