Organiza tu despensa. ¿Dónde guardar cada alimento?

31 Mar 2016
Conservar los alimentos en la nevera

El desperdicio de alimentos se puede prevenir. Es cuestión de saber organizar los alimentos dentro de la nevera y en la despensa. En el siguiente contenido, os damos unos consejos:

Mejora la disposición de la despensa y nevera

Hay una serie de consejos que pueden ayudarnos a mejorar la disposición de nuestra nevera:

Leer el etiquetado para saber si el alimento tiene consideraciones especiales sobre su conservación y para verificar la fecha de caducidad y así asegurarnos de que está en buen estado.

Descartar los alimentos con olor, color y textura extraña que no correspondan a lo habitual en el alimento ya que puede indicar el inicio del deterioro del producto.

Los alimentos deben estar distribuidos en los estantes teniendo en cuenta las fechas de caducidad. Al fondo, se colocarán los productos de caducidad más larga y, en la parte más accesible, los que se estropearán antes.

En las zonas bajas y de mayor acceso se recomienda colocar alimentos de uso frecuente y que duran menos. Las bebidas se agruparán como base de la despensa, en las zonas intermedias. En las zonas altas, se colocarán artículos como servilletas de papel, papel de aluminio, etc.

Conservar las sobras y los productos envasados ya abiertos en envases herméticamente cerrados y en la nevera.

Debemos dedicar un lugar destinado única y exclusivamente a los alimentos. Mezclarlos con los productos de limpieza puede ser peligroso.

Los alimentos básicos (arroz, legumbres, café, azúcar, pastas,...) salvan muchas comidas y, además, tienen caducidades largas y no hay que ir a comprarlos a menudo.

¿Cómo guardar cada alimento?

Hay ciertos grupos de alimentos que tienen particularidades y recomendaciones específicas:

  • La leche se debe conservar al resguardo de la luz y, una vez abierto el envase, se tiene que guardar estrictamente en el frigorífico.
  • El pan puede aguantar uno o dos días a temperatura ambiente en un lugar seco, aunque también se puede congelar.
  • Los cereales (arroz, pasta...), legumbres y frutos secos, al ser productos con poco contenido en agua, no necesitan unas condiciones estrictas de conservación pero es mejor preservarlos en recipientes cerrados, a temperatura ambiente, en un lugar fresco y seco para evitar su alteración por mohos. En cambio, la pasta fresca, que contiene un porcentaje más elevado de agua, se ha de conservar refrigerada durante pocos días.
  • Las patatas, como tubérculo, se puede mantener en un sitio limpio, ventilado y con poca luz, procurando que no queden amontonadas.
  • Para conservar la integridad del aceite, éste debe de estar alejado del calor excesivo, del aire, de la humedad y, sobre todo, de la luz, a la temperatura óptima de 20°C.
  • Los huevos se pueden conservar en la despensa lejos de las zonas cálidas de la cocina pero, si se quiere alargar su durabilidad, lo mejor es guardarlos en el frigorífico.

Conservar en frío

Hay alimentos que requieren ser conservados en frío:

  • El queso que se guarda en la nevera, a poder ser en recipientes no herméticos para evitar que se reseque demasiado o se deteriore por aparición de moho.
  • Las verduras y frutas frescas se mantienen mejor en la parte menos fría del frigorífico, generalmente en los cajones inferiores.
  • Los alimentos cocinados se han guardar en la nevera o en el congelador, siempre en envases limpios y bien cerrados para evitar que goteen.
  • La carne se conserva en la parte más fría del refrigerador. Puede estar entre tres y cinco días y la mejor manera de conservarla es fileteada o cortada en trozos pequeños para enfriarse con más rapidez.
  • El pescado fresco y el marisco se alteran con rapidez y facilidad. Necesitan conservación en frío (refrigeración o congelación) y se han de envasar bien aislados para que no se difunda su olor y no goteen encima de los demás alimentos.
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isabel lopez
Autor/a: Isabel López

Actualmente forma parte del equipo de nutrición de Advance-Medical (Teladoc Health).

Nutricionista experta en prevención de la obesidad.