Pescados de verano

Y cómo no, el pescado fresco siempre está presente en las mejores cartas. Aprovechemos pues este alimento que además de proteínas de alto valor biológico, es buena fuente de sodio, fósforo y potasio. Es momento de disfrutar de pescados azules como la sardina o el bonito, cuya época de mayor consumo va desde los meses de primavera hasta los meses de verano. También vamos a poder disfrutar de buen marisco y pescados como el cazón o la palometa. Pero, ¿qué nos aportan estos pescados y cómo los podemos tomar?
Sardina
La sardina suele ser de los pescados más populares en verano. La sardina es un pescado azul, graso, rico en ácidos grasos omega 3, con efectos beneficiosos para la salud. Aunque por otro lado, hay que señalar que al igual que otros pescados azules, la sardina también tiene colesterol en cantidades variables. Además aporta una buena cantidad de minerales (sodio, potasio, calcio, fósforo, magnesio), así como vitaminas liposolubles (vitamina A, D) e hidrosolubles (vitamina B1, B12, ácido fólico). La sardina marinada con limón y/o vinagre también resulta muy buena opción para degustar este sabroso pescado que es más grande y sabroso en verano por tener más contenido graso.
Bonito
Fresco o en conserva, es considerado un pescado muy sabroso, que tanto cocido con tomate como formado parte de las ensaladas refrescantes del verano, va a enriquecer nuestra dieta con buenas dosis de proteínas y ácidos grasos omega 3. En su fracción grasa vamos a encontrar vitaminas liposolubles como la vitamina A y D, imprescindible la primera para la integridad del sistema inmune y la segunda para una adecuada mineralización de los huesos.
Cazón
Le mejor temporada de pesca de este pescado va de junio a septiembre. Es una especie de tiburón de pequeño tamaño. Contiene poca grasa, y como el resto de pescados, destaca su aporte en proteínas de alto valor biológico, vitamina A y B12, y minerales como el potasio, el fósforo, el sodio. El plato más típico es el cazón en adobo, muy consumido en Andalucía, y es muy buena opción para tomar como aperitivo. Cocinado con verduras, gambas o almejas también constituye un plato sabroso y suave, aunque algo más consistente.
Disfrutemos pues del verano y de las proteínas marinas que tan bien saben al lado del mar.
Palometa
Pescado semigraso con un contenido aproximado de grasa es de 5%. En comparación con otros pescados, aporta más cantidad de vitamina B12. De sabor suave, es otra buena opción saludable para las comidas o cenas veraniegas, y en adobo resulta delicioso. Combina muy bien con un salteado de verduras variadas y encebollado.
Marisco
El término marisco no sólo engloba a los crustáceos como las gambas, los langostinos, las cigalas… sino también los moluscos (berberecho, almeja, mejillón), los cefalópodos (sepia, pulpo y calamar) y los equinodermos (erizo de mar). Desde un punto de vista nutricional, el marisco es menos digerible que el pescado blanco, pero también constituye una excelente fuente de proteínas, vitaminas y minerales (calcio, magnesio y fósforo). En cambio, su aporte calórico es bajo y contiene poca grasa. Aunque no hay que ignorar su contenido en colesterol. Y el marisco contiene purinas, que luego el organismo transforma en ácido úrico, por tanto aquellas personas con tendencia a padecer gota, deben controlar su ingesta. Aunque si se consume ocasionalmente y en pequeña cantidad, no tiene por qué comprometer la salud. El marisco también está muy presente en nuestras mesas junto a la playa. A la plancha y con limón conforma uno de los más demandados de las cartas veraniegas de los restaurantes.
Isabel López - Licenciada en Ciencia y Tecnología de los Alimentos - Diplomada en Nutrición Humana y Dietética - Nutricionista consultora de Advance Medical