¡Qué viva la paella!

Su nombre, proviene de la palabra valenciana “paella”, que significa sartén y en latín “paella” es una especie de sartén ancha. Este estupendo plato, originario de Valencia, exactamente de la Albufera, es famoso en toda España y, por qué no decirlo, en todo el mundo. Se prepara a base de arroz aderezado con azafrán y una mezcla de ingredientes que pueden ir desde los mariscos hasta las carnes magras y verduras.
La preparación es muy sofisticada y compleja, los tiempos, cantidades y maneras de prepararla juegan un papel fundamental en su elaboración. Como todo plato típico conlleva muchos secretos. No se puede definir una receta única, existiría controversia y discusión.
A continuación, os explicamos las tres clases de paella que han conquistado el paladar del mundo entero.
Paella valenciana
La paella tal como fue concebida lleva arroz, pollo, conejo, tomates, pimentón dulce, garrofó (un tipo de legumbre muy común en Sud y Centroamérica), judías verdes, pimentón dulce y un toque de azafrán.
Paella marinera
Esta variedad de preparación es conocida también como paella de mariscos. No hace falta demasiada explicación, porque su nombre explica todo lo que debemos saber. La base de arroz y aceite de oliva de la valenciana se mantienen, aunque en este tipo se agregan calamares, mejillones, galeras, langostas, almejas, y muchos otros tipos de frutos de mar. También se puede cocinar con tomates, ajos y un poco de azafrán.
Arroz negro
Nos encontramos con una variedad menos popular para la preparación de este plato tradicional de España. Al igual que la marinera, esta versión lleva calamares, langostas y demás ingredientes similares. La gran diferencia se encuentra en que este plato lleva calamar/sepia/chipirón, y el nombre del plato se debe a la tinta que sale del molusco durante la cocción y se impregna sobre el arroz.