Confinamiento en niños, ¿cómo les afecta?

03 Jun 2021
Ya se ha demostrado que la pandemia de COVID-19 y el confinamiento en niños ha teniendo un impacto tanto a nivel físico como psicológico

Los niños y niñas también son sensibles a los cambios y, por lo tanto, los cambios extremos que puede provocar una situación de emergencia global tienen consecuencias en su conducta. No se puede negar que el confinamiento afecta a todos, indistintamente de la edad.  

Se sabe que bajo la circunstancias de confinamiento en niños, estos experimentan diferentes miedos (p.ej.: miedo a la muerte de un familiar), lidian con incertidumbres, se intentan adaptar a los cambios sustanciales en sus rutinas, sufren especialmente de aislamiento físico y social y además conviven con un alto nivel de estrés parental.

Comprender sus emociones y respuestas es fundamental para abordar adecuadamente sus necesidades durante el confinamiento.

¿Cómo afecta el confinamiento en niños?

Aunque la afección va a depender de muchísimos factores, podemos hablar de las conclusiones de las investigaciones que estudian los efectos y riesgos del confinamiento en niños, especialmente en su estado psicológico.

En primer lugar, los niños tienen una comprensión limitada de la situación. Esto puede hacer que tengan dificultad para entender y cumplir las nuevas normas, lo que a su vez, puede significar un incremento de los niveles de estrés. 

Hay más factores que pueden ser causa de la angustia mental del niño o la niña. La exposición a información no contrastada junto a la escasa capacidad crítica de análisis, puede provocar el auge de ciertos miedos específicos. Por ejemplo, el miedo a que alguna persona de la familia pueda contraer la enfermedad mortal. Además, el cierre de los espacios educativos y la separación de los amigos/as y otros familiares puede hacer que sufran estrés y ansiedad.

A esto se suma que las estrategias de las que disponen nuestros pequeños para afrontar la situación  son más limitadas, en comparación con las de los adultos (p.ej. no suelen saber comunicar o comprender sus sentimientos de una forma clara o la generación de soluciones alternativas no es tan amplia).

Por último, las recientes investigaciones temen que se puedan desarrollar trastornos por estrés postraumático en la infancia debido al uso excesivo de dispositivos electrónicos y redes sociales. También es importante alertar de que el exceso del uso de Internet y sus redes (sin un control parental adecuado) hace que los niños y niñas sean especialmente vulnerables al ciberacoso.

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¿Los padres tenemos algo que ver?

Los padres, como parte fundamental del contexto y estímulos cuasi-constantes en la vida de nuestros hijos, tenemos mucho que ver en lo relativo al estado emocional de nuestros hijos e hijas en el día a día y también en situaciones de emergencia. 

En una situación como esta, todos podemos sentir miedo u otras emociones desagradables. Las emociones se contagian y los niños y niñas pueden ser sensibles a este contagio. Y el contagio no es de por sí negativo, no se trata de privarlos de experimentar emociones desagradables ya que es necesario para su correcto desarrollo emocional. Eso sí, nuestra labor como padres consiste en aprender  cómo expresarlas y en analizar qué estamos haciendo como adultos para regularlas. Esto es esencial ya que, probablemente, en esos momentos ellos y ellas estén aprendiendo de ti.

Por otra parte, la angustia derivada de la inestabilidad económica que trae consigo una pandemia mundial puede que se traduzca en una menor atención a los cuidados del hijo o hija. El estado de fatiga tras una crisis prolongada, dificulta la gestión de nuestras propias emociones, por lo cual, podemos dar mal ejemplo a nuestros hijos e hijas o incluso incrementar los conflictos con ellos, como se comentaba anteriormente.

Además, en una situación de confinamiento en niños puede que los deseos y demandas de nuestros hijos/as aumenten y que esto repercuta en el nivel de estrés de los padres. Todo ello genera un peor rendimiento de las capacidades parentales.

¿Qué podemos hacer para ayudar en el confinamiento en niños?

Niños y niñas preescolares

  • Crear una rutina familiar en la que también incluyamos las medidas de higiene necesarias. Esto es importante para favorecer la adaptación a las nuevas circunstancias, entre otros motivos..

  • Asegurarse de seguir proporcionándoles atención focalizada (p.ej.: antes o después de una siesta o una ducha pasar 10/15 min juntos, escuchar música, bailar, etc.) Enfocar la atención en algún momento enteramente para ellos y ellas.

  • Seguir ofreciendo cariño, contacto físico. Si se está preocupado por contagiar la enfermedad, al menos sentarse cerca, dormir en la misma habitación, etc. 

  • Hablar de lo que está pasando mientras los niños y las niñas están viendo la tele, jugando a videojuegos, etc. Evitar la no interacción y aprovechar esos momentos para estimular el pensamiento crítico o el lenguaje si se trata de un bebé.

  • Intentar que puedan realizar otras actividades alternativas a estar en frente de una pantalla, actividades que puedan tener un coste físico o que puedan compartirse con alguien.

  • Realizar videollamadas con familiares y amigos/as, incluso si son bebés, (tenerlos presentes ante los estímulos de las voces y caras ayuda a su desarrollo cerebral).

  • Evitar tener las noticias puestas constantemente o estar hablando recurrentemente sobre la situación de crisis pandémica. Es importante resolverles las dudas y explicarles la situación, pero también centrar la atención en otras cosas importantes que sí están bajo nuestro control.

Confinamiento en niños

Niños y niñas mayores

  • Establecer horarios para algunas actividades compartidas; hablar con amigos, cocinar juntos, etc. Tener una regularidad a nivel de los horarios ayuda a la adaptación y a desarrollar valores como la responsabilidad.

  • Hacer ejercicio o pasar un tiempo al aire libre si las condiciones lo permiten. Si no es posible, disfrutar de los rayos del sol a través de la ventana mientras se enfocan en relajarse. Esto es importante también para los pequeños/as pero indispensable para los más mayores que tienen más consciencia de lo que supone una cuarentena. 

  • En algún momento del día, incitarles a tener interacciones sociales a través de chat, videoconferencia, etc. Encontrar el equilibrio entre estar frente a la pantalla todo el rato y no hablar con nadie (se pueden establecer horarios para ello).

  • No permitir más siestas de lo normal, ya que puede desregular el sueño. Máximo una siesta de 30 min al día.

  • Para mejorar el sueño, intentar no usar dispositivos electrónicos con pantallas por la noche, ya que estimula activamente a nuestro cerebro y las luces pueden provocar una desregulación del sueño.

  • Si el niño o la niña señala emociones desagradables, valida sus sentimientos, transmítele que lo que piensa y siente es importante y que le entiendes, escucha, abraza sus emociones, no hagas que las reprima, y explora con ellos y ellas las posibles soluciones. Por ejemplo, si tu hijo/a no puede tener una fiesta de cumpleaños tradicional, podéis optar por hacer una fiesta online y preparar juntos su comida favorita, siempre antes validando su emoción de tristeza: “Es una pena que no podamos celebrarlo como antes, y es normal que te sientas triste”.

En resumidas cuentas...

  1. Bajo situaciones de emergencia cuidar y atender a los niños y niñas se convierte en un objetivo fundamental, pero lo primordial es atendernos a nosotras y nosotros mismos primero. Si la persona que cuida no está bien, no podrá llevar a cabo el cuidado.

  2. Es importante tener en cuenta que cuanto mejor estén nuestros hijos e hijas, menores serán nuestros niveles de estrés. Hacer el esfuerzo de atender, explicar, pasar tiempo con ellos/as, etc., en un momento tan complicado no es fácil, pero valdrá la pena porque tendrá una repercusión directa y positiva para ambas partes.

  3. La rutina, las actividades físicas y compartidas, socializar, pasar el tiempo justo en la pantalla, etc., son factores muy importantes, pero validar sus emociones y hacer sentir a nuestros niños y niñas que son queridos y están acompañados es primordial ante el miedo y la incertidumbre.

Referencias:

  • Imran N, Zeshan M, Pervaiz Z. Consideraciones de salud mental para niños y adolescentes en la pandemia COVID-19. Pak J Med Sci.2020; 36 (COVID19-S4): COVID19-S67-S72. doi: https://doi.org/10.12669/pjms.36.COVID19-S4.2759

  • Jiao WY, Wang LN, Liu J, Fang SF, Jiao FY, Pettoello-Mantovani M, et al. Behavioral and Emotional Disorders in Children during the COVID-19 Epidemic. J Pediatr. 2020 doi:10.1016/j.jpeds.2020.03.013.

  • Garfin DR, Silver RC, Holman EA. The novel coronavirus (COVID-2019) outbreak: Amplification of public health consequences by media exposure. Health Psychology. 2020 doi:10.1037/hea0000875.

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