Distribución de la vacuna ¿Quién debe recibirlas primero?

En poco más de 9 meses, la pandemia de COVID-19 se ha propagado a un ritmo vertiginoso por todo el mundo, causando un número considerable de muertes y la peor crisis social y económica desde la segunda guerra mundial. La búsqueda por una vacuna y las dudas en cuanto a la distribución de la vacuna por países y por segmentos es todavía una incógnita. En este artículo vimos las preguntas más frecuentes en cuanto a la vacuna contra la COVID-19, hoy hablaremos de su distribución.
Las razones subyacentes a esta crisis son tres:
- Se trata de un virus fácilmente transmisible y relativamente letal
- Por ser un virus nuevo (para el humano), no tenemos inmunidad contra el mismo, ni tratamientos eficaces, ni vacuna
- En consecuencia, se han tenido que imponer medidas “no farmacológicas” para evitar el colapso de los sistemas de salud, incluyendo el distanciamiento social, el cierre de negocios y escuelas, y confinamientos parciales o totales.
- Una vacuna pronto, aunque no sea 100% eficaz
- La distribución de la vacuna entre países
- La distribución de la vacuna dentro de cada país
- Las incógnitas
- Referencias
Una vacuna pronto, aunque no sea 100% eficaz
Una vacuna segura y eficaz contra la COVID-19 será la única manera de alcanzar un nivel de inmunidad comunitario que nos permita regresar progresivamente a una cierta normalidad. Afortunadamente, la experiencia y tecnología adquiridas en el desarrollo de vacunas contra otros coronavirus (SARS, MERS) permitió a la comunidad científica acelerar de manera considerable el desarrollo de vacunas candidatas para el SARS-CoV-2 (causante de la COVID-19). Actualmente, hay más de un centener de vacunas en desarrollo, 64 de ellas se están probando en humanos, y 11 de ellas ya están en las fases más avanzadas de los ensayos (fase 3) para evaluar su eficacia en la prevención de la enfermedad, o mejor aún, de la infección.
Es muy probable que antes de que acabe el año las autoridades regulatorias aprueben una (o varias) de estas vacunas, siempre y cuando cumplan dos condiciones: ser seguras y tener una eficacia de por lo menos el 50% (es decir, que protejan de la enfermedad a por lo menos 50 de cada 100 personas vacunadas). Sin embargo, aunque varias de las vacunas candidatas se han comenzado a producir a gran escala aún antes de saber si funcionan, lo cierto es que el número de dosis disponibles en los primeros meses será limitado. El principal desafío para la comunidad internacional y para los gobiernos será el de distribuir las pocas dosis disponibles de manera inteligente para alcanzar el mayor impacto posible.
La distribución de la vacuna entre países
El primer reto es la distribución entre países: ¿será equitativa? Esta pandemia no acabará hasta que no se logre controlar en todos los rincones del planeta. Por lo tanto, garantizar que todos los países puedan acceder a un cierto número de dosis desde el inicio, independientemente de sus recursos, no solo es una cuestión ética sino también práctica. Con este objetivo nació la iniciativa COVAX, liderada por la Organización Mundial de la Salud (OMS), la alianza para la vacunación (Gavi) y la Coalición para la Preparación frente a las Epidemias (CEPI). La iniciativa busca unir esfuerzos (y recursos) para el desarrollo y producción de una decena de vacunas candidatas, y garantizar que todos los países tengan acceso a la o las vacunas que funcionen. Cada país recibiría un número de dosis proporcional al tamaño de su población (las necesarias para vacunar al 20%, en un primer momento). Por ahora, más de 150 países, incluyendo 76 países de renta alta, se han unido a la iniciativa. EEUU y Rusia brillan por su ausencia.
En paralelo, varios países también han iniciado negociaciones bilaterales con las productoras de algunas de las vacunas candidatas para comprar más dosis (aunque aún no se sepa si funcionarán). La Unión Europea, por ejemplo, ha establecido contratos para asegurar 300 millones de dosis de la vacuna de AstraZeneca, 200 millones de la de Johnson & Johnson, y una opción de compra para 300 millones de dosis de la de Sanofi-GSK. Cada país miembro recibirá un número de dosis proporcional al tamaño de su población.
La distribución de la vacuna dentro de cada país
La distribución de la vacuna dentro de cada país: ¿a quién vacunar primero? Una vez que nuestro país reciba las primeras dosis, tendrá que administrarlas de manera inteligente para lograr el mayor impacto con un número limitado de dosis. Varios países han comenzado a establecer criterios para la distribución de la vacuna, en los que se identifican los grupos prioritarios para la inmunización. Todos concuerdan en que la población prioritaria es el personal sanitario: no solo es el más expuesto, sino también el que más necesitamos proteger si queremos mantener la atención a los pacientes. Este sería el colectivo a vacunar de manera prioritaria, cuando el número de dosis sea extremadamente limitado.
Una vez que se tengan más dosis u otros tipos de vacunas, vendrían los otros trabajadores esenciales —aquellos que trabajan en sectores vitales para que la sociedad continúe funcionando, como por ejemplo el transporte público, los supermercados, la educación, la agricultura, la limpieza, o el orden público. Muchas personas migrantes y minorías étnicas están sobrerrepresentadas en estos colectivos.
A continuación, vendrían las personas con mayor riesgo de enfermar gravemente y morir por COVID-19, es decir personas mayores de 65 años y personas con uno o más problemas de salud crónicos, incluyendo diabetes, hipertensión, enfermedad cardiovascular y obesidad.
Finalmente, se vacunaría al resto de la población adulta. La población infantil y las mujeres embarazadas quedarían probablemente excluidas en esta fase, ya que las vacunas candidatas que se están probando actualmente no las han incluido en sus ensayos clínicos y por lo tanto no hay suficientes datos de seguridad o eficacia para estas poblaciones.
Las incógnitas
Las características de la o las vacunas que finalmente se aprueben influirán ciertamente en las decisiones que se tomen con respecto a qué poblaciones se vacunan primero, cómo y dónde. Algunas vacunas serán más eficaces en proteger a las poblaciones mayores. Otras vacunas quizás sean más eficaces para bloquear la transmisión y, por lo tanto, sean más recomendables para poblaciones jóvenes. Otras vacunas quizás requieran condiciones de refrigeración que dificulten la distribución de la vacuna más allá de hospitales o centros sanitarios.
Hasta no tener los resultados de los ensayos de fase 3 para las candidatas más avanzadas (previstos para fines de este año) no sabremos con qué vacuna o vacunas contamos ni con cuántas dosis exactamente, y habrá que adaptar los planes en consecuencia. Sin embargo, es importante desarrollar y comunicar desde ahora, y de la manera más transparente e inclusiva posible, un plan de distribución que considere todas las posibilidades. También será importante sensibilizar a la población de que la vacuna no hará milagros de la noche a la mañana; tendremos que seguir adoptando medidas preventivas como el uso de mascarilla y la distancia física hasta que un buen porcentaje de la población esté cubierta. Solo así lograremos evitar el caos y la confusión una vez lleguen esas dosis tan deseadas.
Referencias
- Emanuel EJ, Persad G, Kern A, Buchanan A, Fabre C, Halliday D, Heath J, Herzog L, Leland RJ, Lemango ET, Luna F, McCoy MS, Norheim OF, Ottersen T, Schaefer GO, Tan KC, Wellman CH, Wolff J, Richardson HS. An ethical framework for global vaccine allocation. Science. 2020 Sep 11;369(6509):1309-1312. doi: 10.1126/science.abe2803. Epub 2020 Sep 3. PMID: 32883884.
- Peiris M, Leung GM. What can we expect from first-generation COVID-19 vaccines? Lancet. 2020 Sep 21:S0140-6736(20)31976-0. doi: 10.1016/S0140-6736(20)31976-0. Epub ahead of print. PMID: 32971042; PMCID: PMC7505651.
- Vilasanjuan R., Sarukhan A. ¿Cuáles son los obstáculos para lograr una inmunización universal contra la COVID-19? Instituto de Salud Global de Barcelona (ISGlobal). Junio, 2020. https://www.isglobal.org/-/-cuales-son-los-obstaculos-para-lograr-una-inmunizacion-universal-contra-la-covid-19-