De vacaciones con tu bici: portabicicletas para el coche

Ir en bici durante las vacaciones te permite conocer nuevos lugares o recorrer rutas que no transitas habitualmente. Además, es una forma de mantener la actividad durante esos días de descanso. Sin embargo, contar tus dos ruedas no siempre es posible. Muchos ciclistas son reticentes a meterla en el coche durante muchos kilómetros porque supone un elemento voluminoso más que añadir al equipaje, y alquilar una buena puede ser complicado y caro. Además, como el pianista y su piano, o el cocinero y sus cuchillos, el ciclista siempre prefiere su propia bici.
En realidad, a día de hoy, los portabicicletas cada vez son más asequibles y es fácil encontrar tutoriales para instalarlos, por lo que cualquiera puede ya incluir la ruta ciclista entre sus planes de vacaciones. Existen diferentes marcas que fabrican distintos tipos según el lugar de anclaje al coche y sus precios se adaptan a las necesidades y uso que le dé cada ciclista.
Portabicicletas de techo
Es la tradicional barra sujeta a la baca del coche. Es el sistema más “complicado” puesto que hay que subir la bicicleta al techo del automóvil, pero también el más económico. Consiste en un raíl, que se atornilla a la baca del coche, unido a un brazo vertical, que sujeta la bici por el cuadro.
Tiene dos inconvenientes. Por un lado, es necesario tener baca en el coche y, por lo tanto, un lugar espacioso para guardarla cuando no la utilizas. Por otro, aumenta el consumo del vehículo, puesto que la bicicleta sobre el automóvil tiene más resistencia aerodinámica que el coche por sí solo, además de perder estabilidad de la conducción en situaciones de mucho viento.
Portabicicletas de portón trasero
Son más novedosos y facilitan mucho el anclaje, pero solo sirven para coches sin culo. Además, normalmente el maletero no se puede abrir con la bicicleta colocada y si la matrícula queda cubierta es necesario colocar una placa adicional para que sea visible. Si el uso es muy frecuente, la chapa del coche puede dañarse un poco y, para determinadas bicicletas, es necesario un adaptador.
Portabicicletas de bola
Son los más polivalentes porque reducen los problemas de los dos anteriores. Sin embargo, es necesario instalar la bola en el coche, con el gasto que conlleva. No obstante, si sueles irte de ruta lejos y le vas a dar uso, este sistema es el más apropiado y se rentabiliza pronto. Existen de dos tipos: con plataforma y sin plataforma.
Sin plataforma
Es una estructura con forma de “L” invertida que va anclada a la bola del coche. Parece inestable, pero es resistente, fácil de montar y desmontar, ocupa muy poco, y no da ningún tipo de problemas en la conducción. Eso sí, requiere la colocación de una matrícula adicional sobre la bici puesto que tapa la placa del coche.
Con plataforma
Consiste en una plataforma que se engancha a la bola, donde se colocan las bicis. Es el sistema más sofisticado y el que más estabilidad ofrece, pero también es el más caro. Además, es el más pesado y el más difícil de guardar.