Senderismo

El senderismo es una actividad relativamente joven. En España se introdujo por primera vez en 1972 cuando, a raíz de una petición de la Asociación de Turismo Pedestre de Francia, se amplió la ruta que, en esos momentos, acababa en los Pirineos para poder llegar al sur del continente europeo. Desde entonces se ha avanzado mucho. Las rutas, tanto en kilómetros como en número, han crecido de manera exponencial. De hecho, existen más de 60.000 Km señalizados en España.
Significado
Según la Real Academia Española, senderismo es una actividad deportiva que consiste en recorrer senderos campestres, siendo sendero equivalente a un camino. Así pues, ya de entrada existe una base deportiva y es que, al fin y al cabo, cuando uno camina o pasea, se mueve y eso implica un beneficio para la salud.
Beneficios de andar
Andar es ideal. Es una actividad cardiosaludable que incide específica y positivamente en el corazón. Quien anda tiene menor predisposición a sufrir problemas de salud asociados al sedentarismo como la hipertensión, el nivel elevado de colesterol, etc.
¿Quién lo practica?
El senderismo tiene muchos practicantes al ser una actividad fácil, barata y poco exigente (evidentemente dependiendo del nivel del camino y del senderista). De entrada requiere una preparación física mínima por lo que se puede recomendar a todo el mundo. Además, al practicarse al aire libre, quien lo practica no sólo se beneficia de los efectos positivos de la propia actividad, sino también de hacerlo al aire libre.
Un paso intermedio
Andar por senderos es muy recomendable para quienes quieren iniciarse en el ejercicio de manera progresiva. Las rutas, que deben estar marcadas, tienen distintos niveles de dificultad. Depende de cada uno el pasear con mayor o menor exigencia. En general, una persona principiante en el deporte busca acercarse a la naturaleza, al patrimonio y a la cultura al mismo tiempo que adquiere beneficios físicos.
Una actividad para todos
Ser senderista es sólo cuestión de proponérselo ya que los caminos no tienen horario de apertura ni cierre. Sólo hay que tener en cuenta las capacidades y limitaciones de cada uno. Por ejemplo, si vamos por caminos irregulares, quien sufre problemas en las articulaciones debe ser consciente y valorar si esa opción es válida para él o si, por el contrario, debe buscar espacios y caminos menos perjudiciales para su salud. En este sentido, antes de iniciar la actividad es importante tener información completa para poder disfrutar al máximo de la actividad elegida.
Equipamiento y vestimenta
Los caminos suelen ser poco inclinados y con la dificultad propia del terreno por el que discurre. En general son caminos de tierra muy irregulares por lo que hay que vigilar y estar atentos al suelo para evitar lesiones (torcedura de tobillo). Por ello mismo, un buen calzado y complementos pueden ahorrar más de un disgusto.
El calzado recomendado son botas con suela de goma con dibujo ya que permiten una mejor sujeción. Además, deben llegar hasta el tobillo para evitar lesiones a este nivel. Para ampliar el equilibrio y la estabilidad, podemos apoyarnos en un bastón, elemento importante de prevención de caídas o lesiones.
También hay que tener presente que en la montaña nos podemos encontrar imprevistos, como la lluvia, por lo que una chaqueta o impermeable puede ser de gran utilidad. Al estar al aire libre debemos protegernos la cabeza con un gorro o un pañuelo, y los ojos con unas buenas gafas de sol.
Además, se recomienda llevar un equipo de primeros auxilios, una linterna y una navaja, así como un mapa o una topoguía para conocer el camino que seguimos y las opciones que podemos encontrar.
Respecto a los alimentos, en la mochila deberíamos llevar, además de agua, productos que aporten calorías y pesen poco, como los frutos secos, el chocolate o las barritas de cereales.
Dra. Eva Ferrer Vidal-Barraquer - Especialista en Medicina del Deporte - Médico colaborador de Advance Medical