Año bisiesto

29 Feb 2016
año bisiesto

¿Por qué existen los años bisiestos?

Cada cuatro años, en nuestro calendario emerge un día más, el 29 de febrero. Pero como todo en esta vida, tiene su lógica. Nos permite recuperar las seis horas que cada año pierde la tierra. De no existir el 29 de febrero, perderíamos 25 días cada siglo, provocando un desajuste en las estaciones del año. ¿Sabes qué fecha sería hoy si no existieran los años bisiestos? Hoy nada más y nada menos, estaríamos en julio de 2017. Curioso, ¿verdad? En realidad cada año dura 365 días, 5 horas, 48 minutos y 45,25 segundos, y gracias al año bisiesto podemos recuperar esas horas que cada año 'perdemos'.

Curiosidades sobre el año bisiesto

El año bisiesto trae consigo un refrán muy conocido, 'Año bisiesto, año siniestro' y es que lo que es un simple mecanismo de corrección horaria, se ha convertido en toda una fuente de leyendas y mitos. Algunas creencias relacionan los años bisiestos con desastres y catástrofes: hundimiento del Titanic, inicio de la Guerra Civil española, construcción de Auschwitz,  el asesinato de Mahatma Gandhi, Martin Luther King o John Lennon. ¿Casualidad?  Pero otras en cambio lo comparan con un halo de misterio, y es que antiguamente se creía que aquellas personas que nacían en año bisiesto podían desarrollar poderes sobrenaturales.

Al margen del catastrofismo de algunas creencias, existen otras sobre la simbología positiva alrededor del año bisiesto. Algunas de las más curiosas son estas:

  • Los años bisiestos son múltiplos de cuatro y suelen promover períodos de abundantes eventos, de intensas experiencias, de proyectos y proliferación de sucesos que no tienen por qué ser nefastos.
  • Las vivencias que se manifiestan durante los años bisiestos buscan marcar nuestras vidas para crearnos conciencia de algunas cosas importantes.
  • A menudo eso provoca grandes movimientos que nos alertan de la necesidad de poner más atención en el propósito de nuestra existencia, en ser más solidarias, generosas y compasivas.

Otras curiosidades que quizás no conocías de los años bisiestos son:

  • En 1940 la película ‘Lo que el viento se llevó’ se quedó con ocho Oscar de la Academia.
  • Michael Jackson en 1984, ganó ocho Grammys.
  • También fue en 1986 cuando se lanzó hacia el espacio desde Rusia la Soyuz TM-23.
  • Este 29 de febrero más de 4.800.000 de personas celebrarán hoy su cumpleaños en todo el mundo. ¡Felicidades! y además, el gobierno Irlandés les premia con dinero, pues los consideran especiales.

Otro tema sensible es saber si un asalariado cobrará ese día extra que el calendario depara cada cuatro años, esto lo dicta el convenio colectivo, si lo hay (sino lo fija el contrato y el Estatuto de los Trabajadores), y cómo establece la jornada de trabajo (anual, semanal o mensual) y el sistema de retribución (diario, semanal o mensual). No obstante, antes de continuar hay que advertir que la llamada “autonomía de las partes” en la negociación colectiva (empresarios y trabajadores) hace que pueda haber muchos supuestos.

29 de febrero, aprovecha el día extra

¿Qué podemos hacer este día extra que nos 'regala el calendario? Ante todo, disfrutarlo al máximo. El momento presente, es ese instante en el que todo sucede. Debemos ser capaces de apreciar el aquí y el ahora, porque el tiempo pasa y no podemos desaprovecharlo. Cualquier cosa que hagas durante el día, debes hacerla con atención plena. Desde caminar hasta disfrutar de una tarde de café con amigos. Concéntrate en tus movimientos, en tus pensamientos, en el acto que estés realizando en este momento. Presta atención a tus cinco sentidos, ya que nos ofrecen muchísima información.

  • Aprovecha para darte un baño relajante. Pon atención a ese baño, imagina la primera vez que te diste un baño cuando eras un bebé. Siente el agua en tu piel, el olor a espuma de baño, el calor del agua, el ruido del grifo. Desconecta y dedica un tiempo a pensar solamente en ti. Concéntrate en tus pensamientos positivos.
  • Sal a pasear por el parque. No pasa nada si hace frío o si está lloviendo. Un largo paseo, ya sea solo o acompañado, puede ayudarnos a desconectar y relajarnos. Siéntate en un banco, observa el movimiento de las hojas de los árboles, los pájaros intentando cazar una miga de pan, los niños riendo y jugando, las parejas cogidas de la mano, los perros corriendo hacia el césped.
  • Presta atención a los detalles sensoriales de las actividades cotidianas, como cepillarte los dientes, masticar el plato de comida, tumbarte en el sofá.
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