¿Cómo combatir la timidez?

Ser tímido no tiene por qué ser un problema, pero condiciona toda una vida. Es perfectamente comprensible necesitar tiempo para coger confianza a personas desconocidas y adaptarse a situaciones. Pero la timidez impide a las personas sentirse cómodas cuando están rodeados de mucha gente.
Cuando somos pequeños, tenemos miedo o vergüenza a exponer nuestras dudas enfrente del resto de compañeros, y esa timidez puede ser una mochila que llevemos a nuestras espaldas al llegar a la madurez. ¿Nunca has sentido temor antes de una exposición en público? ¿O quizás te entra vergüenza a la hora de hablar con tu superior sobre ciertos temas?
Claves para perder la timidez
1. En primer lugar, empieza a practicar con gente conocida. Prueba a mantener contacto visual y a poner en práctica lenguaje corporal que exprese seguridad. Haz una presentación frente a tus amigos y/o familiares, pregúntales lo que preguntarías a un público desconocido. Cuando sientas seguridad sobre ti mismo, practica con personas menos conocidas.
2. Rompe el hielo con alguien con el que no tengas confianza. ¿Te encuentras a un viejo conocido en un bar y no eres capaz de ir a entablar una conversación? Inicia una conversación con un cumplido o recuerda de qué os conocéis. Por ejemplo: "Hola, soy Pablo, íbamos juntos a clase de inglés. ¡Qué bien te veo!"
3. Tal vez te ayude ensayar con antelación lo que vas a decir. Escribe en un papel previamente lo que quieres decir y evita que se te note la timidez. ¿Vas a hacer una llamada de teléfono? Prueba a escribir la posible conversación que vayas a tener y ensaya en voz alta. No te preocupes si en la llamada real no te sale exactamente como habías pensado, nada es perfecto. Siéntete orgulloso de haberte atrevido a llamar a esa persona. Seguro que con la práctica mejora tu improvisación.
4. Prueba a acudir a eventos o actividades donde te resulte sencillo relacionarte con gente desconocida. Conociendo tus gustos e intereses, aprovecha para acudir a un evento de tu gusto, te resultará fácil entablar conversación sobre temas que te interesan y de los que estás seguro. A las personas tímidas les preocupa no estar a la altura o qué pueden pensar de ellas los demás. No seas tan exigente, nadie va a juzgarte. Busca palabras de aliento en vez de esperar el fracaso.
5. Sobre todo, intenta ser tú mismo. No te inventes un yo que no existe. Que tus conversaciones encajen con tu estilo propio. Aparentar ser alguien que no eres no traerá buenas consecuencias.
6. Asume que la mayoría de las personas somos tímidas en cierto modo. Es reconfortante saber que la persona con la que estás hablando pueda estar tan nerviosa como tú, y probablemente agradezca (en silencio) que hayas sido tú el que dé el primer paso.
Características de la timidez
Mucha gente defiende que siempre ha sido tímido. La realidad es que alrededor del 15% de los niños nacen con lo que se llama “temperamento inhibido”. Las nuevas experiencias les producen estrés. Pero por otro lado, diversos estudios certifican que el aprendizaje tiene más influencia en la timidez que el factor genético. Tus experiencias y el ambiente social son determinantes.
La timidez requiere también del sentido de la propia identidad, el cual se desarrolla a partir de los 18 meses de edad.
Tanto el miedo como la excitación están provocadas por la adrenalina. Aunque parezcan distintas, la respuesta de nuestro cuerpo es la misma. Cuando tienes miedo porque el resultado no sea el esperado te genera ansiedad. Sin embargo si anticipas un buen final, se te apodera la excitación.
Practica el mindfulness, un enfoque muy parecido a la meditación budista. El primer paso es reconocer el miedo y luego actuar a pesar de él.
Tener las expectativas demasiado altas puede llevar al fracaso. No es necesario ser el alma de todas las fiestas para poder estar orgulloso de uno mismo.
La postura es esencial ya que te proporciona una imagen u otra. Mantener la cabeza alta, los hombros hacia atrás y los brazos amplios proporciona una imagen de confianza y autoridad. Antes de enfrentarte a una situación que te produzca estrés por la timidez, como hablar en público o acudir a un evento en el que no conoces a nadie, mantén esta postura durante un par de minutos.
Es mejor reconocer que eres tímido que ocultarlo. Es una de las formas más sencillas de relajarte. Antes de hacer una presentación en público, reconoce tu timidez para que la audiencia lo sepa de antemano y De hecho, es una de mis estrategias favoritas y la suelo usar siempre que tengo una presentación en público importante.
Las redes sociales hacen que reduzcamos el contacto real a la hora de comunicarnos y de conectar con ciertas personas, pero también puede resultar de ayuda para iniciar un contacto con alguien desconocido. Las redes sociales permiten encontrar temas de conversación. Por ejemplo, Mark Zuckerberg, fundador de Facebook, era una persona muy tímida. Por otro lado, un excesivo uso puede ser perjudicial para las personas tímidas. Te puede ayudar a conocer gente en el entorno online, pero no olvides que debemos relacionarnos también cara a cara.