Mindfulness o cómo reducir el estrés gracias a la atención plena

El mindfulness, técnica procedente del budismo, ayuda a centrarse en uno mismo, dejando a un lado los agentes externos y reduciendo de este modo los niveles de estrés. También puede entenderse como una forma de implicarse en las distintas actividades habituales, sean estas problemáticas o no. Se puede considerar, por tanto, como una habilidad que permite no sólo un punto de vista distinto sino que implica también conductas concretas.
¿Qué es realmente el mindfulness?
Siendo precisos no se puede decir estrictamente que su planteamiento sea novedoso. Veamos sus elementos esenciales y su grado de innovación.
Centrarse en el momento presente
Se trata de centrarse y sentir las cosas tal y como suceden, sin buscar su control. Centrarse en el momento presente tiene en el mindfulness un sentido distinto. No se trata de cambiar un pensamiento negativo por uno positivo. Se centra en un pensamiento o actividad en sí misma, sin ánimo de control sobre ella.
Apertura a la experiencia y los hechos
El centrarse en lo que sucede y se siente en el momento presente permite poner por delante los aspectos emocionales y estimulares frente a la interpretación de ellos.La persona que admira un cuadro sólo es capaz de sentir en la medida en que es capaz de mantenerse abierto a todas las cosas que sugiere dicho cuadro. Esta observación debe guiarse, en lo principal, por ella misma, dejando que unas sensaciones lleven a otras de modo natural.
Aceptación radical.
El elemento esencial del mindfulness consiste en la aceptación radical, no valorativa, de la experiencia. Se trata de centrarse en el momento actual sin hacer ningún tipo de valoración y aceptando la experiencia como tal. Aceptar las experiencias, y las reacciones, como naturales, normales. El esfuerzo por no valorarlas y aceptarlas permite no rechazarlas: el malestar, el odio, la disconformidad no es algo de lo que se haya de huir, sino que forman parte una experiencia humana que es preciso vivir.
Elección de las experiencias.
Las personas elijen de forma activa en qué implicarse, sobre qué actuar, mirar o centrarse.
Control
La aceptación supone una renuncia al control directo. No se busca que la persona controle sus reacciones, sentimientos o emociones sino que los experimente tal y como se producen. No se trata de controlar el malestar, el miedo, la ira o la tristeza, sino de experimentarlos como tal; en todo caso el efecto que pudiera producirse sobre esas emociones será de naturaleza indirecta.
Consejos para practicar el 'mindfulness'
1. Un minuto solo para ti
Dedica un minuto a tu respiración. Programa tu alarma en un minuto y los próximos segundos céntrate sólo en respirar.
Repite este ejercicio varias veces al día, te ayudará a encontrar paz.
Necesitamos 21 días para que una rutina se convierta en hábito. ¡Que relajarse sea un propósito para este año!
2. Elige un objeto y obsérvalo
Seguro que tu mesa de trabajo está plagada de objetos a los que nunca prestas atención: bolígrafos, cuadernos, teléfono, auriculares…
Elige uno de ellos y centra toda tu atención en él. Pasados varios segundos comenzarás a notar cómo eres más consciente del presente y tu mente se libera de los pensamientos pasados y futuros.
3. Cuenta hasta diez
Todos hemos escuchado alguna vez este consejo “Relájate, cuenta hasta diez”• Pues sí, para relajarse hay que contar hasta diez.
Dedica unos minutos al día a contar hasta diez sin pensar en nada más. Concéntrate en los números tantas veces como sea necesario para terminar una serie completa.
“Uno… Dos… Tres… Cuatro… Cinco… Seis… Siete… Ocho… Nueve… Diez”
4. Elige una señal y concéntrate
Teléfonos que suenan, alarmas, llaves, puertas que se abren y cierran, el sonido del agua al abrir el grifo… Todas estas señales aparecen en nuestro día a día y han formado parte del sonido ambiente sin que, en muchas ocasiones, seamos conscientes de ellas. Pues bien, escoge una y cada vez que lo oigas, céntrate en la señal, concéntrate en el momento presente y en tu respiración.