Liderazgo saludable y la salud emocional
Para que una persona lidere de forma exitosa a sus equipos de trabajo, no solo orientará sus acciones desde lo operativo, sino que debe considerar otros factores que resultan fundamentales para ejercer influencia. Con el liderazgo saludable se trata de conseguir los objetivos organizacionales junto a sus colaboradores, lo que hace aumentar su bienestar emocional y la productividad.
¿Qué características debe tener un buen líder?
Liderar equipos implica ciertas características fundamentales a gestionar, como por ejemplo:
- Tener actitud positiva.
- Empoderar y motivar.
- Conducir equipos de alto rendimiento.
- Desarrollar una comunicación saludable.
- Gestionar adecuadamente el autoconocimiento y autocuidado.
- Llevar a cabo una adecuada resolución.
¿Qué supone ejercer un Liderazgo saludable?
- Favorecer el crecimiento de los trabajadores
- Tener capacidad para prevenir los conflictos y afrontarlos
- Desarrollar sus propias competencias emocionales desde el autoconocimiento, liderando sus emociones y autoconciencia
- Generar coherencia interna entre lo que dice y lo que hace
- Ser capaz de asumir un rol de agente de salud minimizando los factores y riesgos psicosociales
- Y poseer capacidad de escucha y feedback a sus equipos, entre otras.
En definitiva, gestionar personas es una tarea compleja que no solo requiere de conocimiento técnico sino de una serie de habilidades que no siempre vienen implícitas en la persona.
Se hace imprescindible, por tanto, aprender conocimientos innovadores de bienestar y salud del trabajo individual y colectivo logrando así su impacto en la productividad y competitividad de la organización.
De ahí la necesidad de formación de líderes que pueden auto reconocer sus propias limitaciones, habilidades, destrezas y competencias, y así generar equipos saludables, que muestren altos niveles de bienestar psicológico, relaciones interpersonales cercanas, y que apuesten por una salud integral y condiciones adecuadas en un estado de completo bienestar psicológico.
Liderar equipos no solo requiere de conocimiento técnico, sino de habilidades que no siempre van implícitas en la persona.