¿Qué es la Sensibilidad Química Múltiple? ¿Realidad o ficción?

A lo largo de esta entrada veremos qué es la Sensibilidad Química Múltiple (SQM), los desafíos a los que nos enfrentamos y los hallazgos de la ciencia al respecto. Sin embargo, probablemente, encontremos muchas más preguntas que respuestas.
En realidad, actualmente, la definición de SQM suele incluirse en el grupo de Intolerancias Ambientales Idiopáticas.
Un concepto que viene a reflejar una enfermedad compleja con síntomas muy variados e inespecíficos que se atribuyen a la exposición de bajo grado a sustancias químicas con las que nos podemos topar en nuestro día a día. No obstante, también se caracteriza por cierta hipersensibilidad a los campos electromagnéticos.
Sin embargo, debemos entender que este tipo de patologías dan pie a controversias y mucho debate debido a las dificultades que presentan. Ya que, al encontrarnos con un término tan poco específico, determinar un diagnóstico válido y fiable es todo un reto.
¿Cómo podría presentarse la Sensibilidad Química Múltiple?
Desde su sintomatología, algunos expertos industriales han recopilado varias presentaciones que dividieron en 4 hipotéticas fases(Rossi Sabrina, Alessio Pitidis, 2018):
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Fase 0: Existe una tolerancia a las sustancias y el individuo es totalmente capaz de adaptarse a su entorno.
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Fase I - Sensibilización: La persona puede presentar dolencias como irritaciones oculares, dérmicas y respiratorias, fatiga, picores, náuseas, taquicardias, cambios en la presión sanguínea, problemas cognitivos, asma, desórdenes inmunológicos, enfermedades gastrointestinales, etc. Un estadio que podría corresponderse tanto a una exposición aguda o crónica a ciertas sustancias.
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Fase II - Inflamación: Se pueden observar inflamaciones crónicas de varios sistemas, órganos y tejidos con desórdenes como la vasculitis, dermatitis, enfermedades metabólicas, alergias, artritis, colitis, asma, dyspnea y otros.
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Fase III - Deteriorización: La inflamación crónica puede acabar desembocando en problemas más graves provocando daños en el sistema nervioso central y otros tejidos. Reflejando potenciales patologías como el cáncer, el lupus, síndromes psiquiátricos/neurodegenerativos entre otros.
Dificultades actuales en cuanto a su diagnóstico
Dada la vaguedad de los síntomas y la poca especificidad de la enfermedad, su diagnóstico se convierte en una complicada tarea. Como se puede imaginar, los síntomas pueden llegar a ser muy variados y acabar confundiéndose con muchos otros contextos.
Por otro lado, la mayor parte de contaminantes implicados son bastante comunes y prácticamente imposibles de evitar en la actualidad. Por ello, a nivel práctico, es difícil establecer una causalidad entre la exposición a ciertos compuestos y la sintomatología.
¿Es una enfermedad realmente reconocida?
Por todo lo mencionado hasta el momento, hay una falta de cohesión en la comunidad científica. Sin embargo, algunos países y asociaciones la han reconocido como enfermedad.
Por ejemplo, la podemos encontrar en la Clasificación Internacional de Enfermedades de la OMS desde 2010. En ella destacan dos puntos clave:
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condición respiratoria inespecífica debido a la inhalación de gas o vapores químicos
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alergias inespecíficas (reacciones al Sistema de Óxido Nitroso, NOS)
En este aspecto, a pesar de su reconocimiento, conviene mencionar que seguimos un poco en las mismas debido a la multiplicidad de síntomas y a las dificultades diagnósticas.
Aspectos psicológicos de la Sensibilidad Química Múltiple
Existen diferentes estudios que investigan esta enfermedad a través de distintas metodologías y algunos grupos de investigación consideran que el estrés es uno de los factores de riesgo que pueden influir en la patología.
También se ha intentado establecer la relación que puede tener con diferentes trastornos psiquiátricos mediante diferentes tests y se observa una frecuente asociación entre la SQM y los niveles de ansiedad, depresión y trastornos psicóticos confirmando que el estrés es un potencial factor de riesgo. (Artículo sobre el estrés y la ansiedad)
¿Qué podemos observar en resonancias magnéticas funcionales?
Cuando investigamos la activación cerebral de las personas con SQM ante una estimulación del olfato, observamos que algunos estudios apuntan a una mayor excitabilidad de la amígdala, zona del cerebro vinculada con las emociones y el miedo, y de la corteza olfatoria que se encarga del olfato.
Esto parece ir acompañado de una falta de actividad de la corteza prefrontal en aquellos que padecen la enfermedad. Un área encargada principalmente de capacidades inhibitorias, las capacidades cognitivas, la personalidad y el control conductual.
Este tipo de hallazgos llevan a algunos investigadores a exponer explicaciones de la patología relacionadas con la sensibilización de nuestro cerebro.
Sin embargo, conviene mencionar que estamos hablando de hipótesis. Realmente, a día de hoy, no se tiene la evidencia ni el conocimiento suficiente para sentar cátedra acerca de la SQM.
Conclusión
El estudio de la Sensibilidad Química Múltiple ha dado pequeños pasos durante estos últimos años, llegando a considerarse como una patología por varias asociaciones de diversos países.
Sin embargo, su inexactitud sigue vigente haciendo prácticamente imposible su diagnóstico a nivel clínico. La sintomatología que puede presentarse es muy variada, difiriendo entre presentaciones de menor a mayor gravedad. Desde una denominada “sensibilización” hasta una potencial “deteriorización”.
Las investigaciones apuntan a una potencial asociación entre la SQM y los trastornos psiquiátricos reflejando la importancia del estrés. A nivel cerebral, hay áreas que se comportan de manera distinta en personas sin sensibilidad química, en las que destaca esta falta de actividad de la corteza prefrontal.
Referencia
Rossi, Sabrina MSc; Pitidis, Alessio MSc Multiple Chemical Sensitivity, Journal of Occupational and Environmental Medicine: February 2018 - Volume 60 - Issue 2 - p 138-146 doi: 10.1097/JOM.0000000000001215. (Enlace)
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