¿Qué factores influyen en la fertilidad masculina?

Para descartar posibles problemas a la hora de quedarse embarazada, relacionados con la fertilidad masculina, lo primero será realizar una buena anamnesis y una exhaustiva historia clínica del varón que recoja todos los antecedentes, tanto familiares como personales. Sobre todo:
Lo primero será conocer la historia clínica del varón para descartar problemas que causen infertilidad.
- Problemas en el parto, sufrimiento fetal.
- Presencia de criptorquidia (trastorno de los testículos)
- Enfermedades crónicas como fibrosis quística, diabetes, hipertensión arterial…
- Enfermedades agudas como infecciones de transmisión sexual, traumatismos genitourinarios…
- Hábitos de vida como la exposición continuada a fuentes de calor (saunas, hornos…), exposición a sustancias tóxicas en ambiente laboral (pinturas, disolventes…), consumo de tabaco y otras sustancias nocivas, uso de bicicleta o moto de forma habitual.
- Antecedentes quirúrgicos como hernias inguinales, cirugía retroperitoneal, cirugía sobre el recto.
- Toma de medicación como citotóxicos, hormonas, quimioterapia, que pueden alterar la calidad del semen y otros que alteran la integridad funcional del sistema reproductivo como alfabloqueantes, que generan eyaculación retrógrada, algunos antihipertensivos que generan disfunción eréctil.
- Entrevista sobre la vida sexual, frecuencia coital, problemas de eyaculación, disfunción eréctil. -Algo que a veces no se pregunta y que es imprescindible saber es la presencia de hijos previos o historia de abortos o incluso interrupción voluntaria del embarazo con parejas anteriores. Todas estas cuestiones se pueden llevar a cabo por el ginecólogo que realiza el estudio de la pareja estéril, pero en caso de duda o necesidad de profundizar en alguno de los datos deberemos enviar al varón al urólogo andrólogo.
El seminograma. Prueba para medir la fertilidad masculina
La prueba complementaria más importante para el varón es el seminograma, que sirve para valorar el número y la movilidad de los espermatozoides, y también la morfología.
Ante un resultado patológico lo mejor será repetir la muestra al cabo de unas semanas, por lo menos 15 días después. El resultado de esta prueba orientará a la pareja hacia qué tipo de tratamiento se debe realizar, en caso de ser necesaria una Técnica de Reproducción Asistida. En los casos de duda se realizará REMT (recuento de espermatozoides totales) tras capacitación de la muestra. Si el REMT es superior a 5 millones, la muestra es apta para realizar inseminaciones. Por debajo de este valor se indicará FIV convencional, y si es inferior a 1 millón será una FIV mediante microinyección.
En casos de factor masculino, en parejas que van a realizarse una técnica de Fecundación In Vitro, también casos de abortos de repetición o sospecha de alteraciones genéticas, es preciso solicitar el cariotipo en sangre periférica. Esta analítica estudia los 22 pares de cromosomas homólogos y los cromosomas sexuales X e Y. Otras analíticas genéticas al varón son determinaciones de microdelecciones del cromosoma Y, estudios del gen de fibrosis quística, ambos en sangre.
Otros estudios para medir la fertilidad masculina
Otros estudios de carácter genético se realizan sobre los espermatozoides, se trata de FISHe (hibridación fluorescente in situ de espermatozoides), que determina la dotación cromosómica de los espermatozoides. Otras son el estudio de meiosis y el estudio de fragmentación del ADN de espermatozoides. El fin último de todas estas analíticas genéticas es el de poder seleccionar los espermatozoides genéticamente normales al realizar una técnica de reproducción asistida y de esa forma evitar o al menos minimizar la posibilidad de alteraciones genéticas y/o abortos en estas parejas.
En casos de azoospermia (no presencia de espermatozoides en eyaculado) lo más importante es determinar si se trata de una azoospermia por obstrucción de las vías seminales o bien se trata de una azoospermia por no haber producción de espermatozoides. En casos de azoospermia por obstrucción se puede realizar una biopsia testicular, que consiste en tomar un pequeño fragmento de pulpa de testículo y mirar bajo el microscopio si hay o no espermatozoides en el tejido. En caso de que encontremos espermatozoides que no son móviles, será necesario realizar un ciclo de FIV para poder fecundar ovocitos mediante la introducción del espermatozoide dentro de óvulo o ICSI. Si no obtenemos espermatozoides en la muestra habrá que plantear a la pareja un cambio de gameto masculino y acudir a semen de banco.
Dra. Isabel Giménez Blasco. Especialista en Ginecología y Obstetricia. Medico colaborador de Advance Medical