Verde esperanza

04 Feb 2016
microrrelato

Cuando cumplí los 49 años recibí un regalo inesperado. Cáncer. Y un escalofrío recorrió mi cuerpo. Miedo. He conocido muchas personas que lo han sufrido; amigos, familiares, conocidos… Pero nunca puedes  imaginar que ahora llega tu turno.

Conoces a muchas personas que padecen cáncer, pero nunca puedes imaginar que puede llegar tu turno.

Un día soleado, una simple revisión y la peor noticia de tu vida. No te lo puedes creer. Siempre se ha dicho que es una lotería, como la de Navidad más o menos, tres o cuatro niños sacando nombres sin parar de una gran urna con millones de bolas, pero parece que últimamente los niños que sacan las bolas se han multiplicado y ahora son bastantes más.

Me habían recomendado que empezara a los 40 con las revisiones urológicas, pero no me gustan los médicos así que esperé hasta los 49. El médico ya sospechó al realizarme el tacto rectal. Me diagnosticaron un adenocarcinoma de próstata, estadio D2 y estenosis de canal raquídeo epidural anterior en L5. El PSA era de 10.430. Para que me entendáis, el PSA, o antígeno prostático específico, es una sustancia producida por las células en la glándula prostática (por células normales y cancerosas). La probabilidad de tener cáncer de próstata aumenta a medida que el nivel de PSA sube.

Me dieron una esperanza de vida de alrededor de cinco años, y me dijeron que dejara de trabajar, que no hiciera esfuerzos.

Con lo bien que estaba yo… Me lo tomé con resignación, que remedio me quedaba, la verdad es que creo que ya hemos ido asimilando que esta enfermedad es la que nos ha tocado a nuestra generación.

Tuve una excelente respuesta al tratamiento hormonal: tres años con Eulexin, algún año con Ketoconazol y cuatro meses con Stracyt . Con todo eso, me llegó a bajar el PSA hasta 0,02 y sin que las pruebas mostrasen metástasis.

Se acercaban los cinco años y mi ánimo decaía. La medicación dejó de hacerme efecto y me dieron seis ciclos de quimioterapia con Docetaxel . Después de eso, la única opción que me ofrecía el médico fueron pastillas de quimioterapia para evitar que siguiera subiendo el PSA.

Con el tiempo, apareció esa pizca de esperanza que te hace despertarte cada día y ver las cosas de la misma manera que antes de la cuenta atrás. Comencé a encontrarme mejor, mi peso se recuperó  y tenía bastante apetito. También empecé a leer libros. Los devoraba y me enseñaron a llevarlo mejor. Leí una frase de una escritora francesa llamada  Charlotte Brontë que me encantó y la tenía siempre presente:

“Creo en cierta combinación de esperanza y luz que dulcifica los peores destinos. Creo que esta vida no lo es todo; ni el principio ni el fin. Creo mientras tiemblo; confío mientras lloro”

Y ahora me encuentro escribiendo esto siete años después de la primera revisión. Por suerte, los médicos acertaron con el tratamiento, mi cuerpo lo asimiló de manera positiva y supe ver que hay vida más allá del cáncer.


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DKV cuenta con un plan de prevención del cáncer de próstata para mayores de 45 años.

¿Por qué hablamos del cáncer de próstata?  A diferencia de otro tipo de cáncer, el de próstata se caracteriza por evolucionar de forma muy lenta. El cáncer de próstata es extremadamente frecuente, aun cuando su causa exacta sea desconocida. Según los datos facilitados por la Sociedad Española de Oncología Médica en junio de 2015, alrededor de 29.000 hombres padecen esta enfermedad cada año, lo que la convierte en la forma más común de cáncer masculino. DKV Seguros cuenta con un Plan de Prevención del Cáncer de Próstata para sus clientes, que incluye: información, formación y participación en eventos, asesoramiento médico personalizado y recomendaciones sobre las actividades preventivas más eficaces en función de las características personales.

¿Por qué hacemos microrelatos? Con el programa ARTERIADKV, DKV Seguros engloba diferentes acciones que fomentan la creación artística, siempre ligada a la salud y a la mejora de la calidad de vida. De este modo, pretendemos estimular la innovación y la creatividad en el sector asegurador y sanitario, además de fomentarla como un valor en la sociedad.

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