Reuma, que se esconde detrás de un dolor inofensivo
Muchas veces pensamos que el reuma, o los dolores que a veces nos aquejan, son simplemente parte de hacernos mayores, o por falta de ejercicio, o por haber “hecho un mal gesto”. Sin embargo, hay casos en que ese dolor (que a veces nos avisa que lloverá), tiene una causa y puede ser tratado.
Reuma, es una palabra que se utiliza coloquialmente para describir una serie de síntomas que aquejan el aparato locomotor, es decir, las articulaciones y los huesos, y que afectan negativamente la vida del paciente y a la sociedad en general y que en medicina se conocen como enfermedades reumáticas.
En España, las enfermedades reumáticas afectan a 1 de cada 200 personas. La OMS estima que este número aumentará en los próximos años. 1
Síntomas más comunes de las enfermedades reumáticas
Las enfermedades reumáticas son en su mayoría enfermedades crónicas del sistema inmune. Pueden afectar varios órganos del cuerpo, principalmente articulaciones y los tejidos adyacentes.
Los síntomas más frecuentes son:
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Dolor en las articulaciones y tejidos adyacentes
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Hinchazón de las articulaciones
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Limitaciones en el movimiento
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Síntomas generalizados como fiebre, fatiga o pérdida de peso
Las enfermedades reumáticas no tienen un alto riesgo de mortalidad, pero disminuyen la calidad de vida de los afectados y su entorno.
¿Cuál es la causa?
La causa exacta es hasta hoy desconocida.
Esto es lo que sabemos: se trata de un proceso complejo que engloba factores genéticos, ambientales, hormonales e inmunológicos.
¿Cuándo debo ir al médico?
Cualquier persona con más de seis semanas de hinchazón en más de dos articulaciones, que no está causado por un accidente, debe acudir sin demora al reumatólogo.
¿A quiénes afecta el Reuma o enfermedades reumáticas?
Las enfermedades reumáticas pueden afectar tanto a niños como a adultos.
En niños y adolescentes menores de 16 años, predominan las enfermedades inflamatorias-reumáticas transitorias, es decir, duran unos días o semanas y se desvanecen sin consecuencias.
Muchas veces son síntomas que se presentan junto con otras infecciones, como el dolor en articulaciones de la cadera, tras una infección por virus de las vías respiratorias.
Las enfermedades crónicas como la artritis juvenil son más raras: afectan a 100 niños por cada 100.000 niños en Europa o Estados Unidos.
En adultos, la artritis reumatoide es el diagnóstico más importante dentro de las enfermedades reumáticas. Afecta aproximadamente a una persona por cada 200 adultos entre 55 y 65 años, y a mujeres más que a hombres.
Lista de enfermedades reumáticas más comunes
En adultos, se diferencian tres grandes grupos de enfermedades reumáticas:
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Enfermedades inflamatorias de las articulaciones: artritis reumatoide o la artrosis del pulgar
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Enfermedades inflamatorias de la columna vertebral y de las articulaciones individuales: espondilitis anquilosante
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Enfermedades inflamatorias-reumáticas de los vasos y del tejido conectivo: lupus eritematoso sistémico
En niños menores de 16 años:
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Enfermedades inflamatorias de las articulaciones: artritis juvenil idiopática
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Enfermedades del tejido conectivo e inflamación vascular: púrpura de Henoch-Schonlein y el síndrome de Kawasaki.
Factores de riesgo del reúma
El factor de riesgo genético más estudiado es el antígeno leucocitario humano HLA DBR1. Sin embargo, las personas que tienen este gen pueden no desarrollar la enfermedad, lo que indica que existen otros factores necesarios para desencadenar los síntomas.
El factor de riesgo medioambiental más importante es fumar: tanto su duración como su intensidad se relacionan con un riesgo elevado de sufrir enfermedades reumáticas.
Una "dieta mediterránea" rica en aceite de pescado y vitaminas parece ofrecer cierta protección, mientras que comer mucha carne roja se asocia a un mayor riesgo.
En niños, haber padecido infecciones durante los primeros días de vida constituye un posible riesgo.
Sin embargo, los factores medioambientales y socioeconómicos no están tan bien establecidos como los factores genéticos. Por ello no existen hoy en día recomendaciones concretas con respecto al tabaquismo, la dieta o a infecciones.2
¿Cómo se diagnostican las enfermedades reumáticas?
No existe una única prueba diagnóstica. Dada la variedad de síntomas, el diagnóstico se realiza basándose en estudios médicos, un exhaustivo examen físico e interrogación del paciente.
La historia familiar, edad de inicio de los síntomas y la tolerancia al dolor son algunos datos de relevancia.
El reumatólogo tendrá en cuenta el tipo de dolor, su distribución, número de articulaciones afectadas, y si hay acumulación de líquido en las articulaciones.
En algunos casos, pueden ser necesarias pruebas como radiografías, ecografías o resonancias magnéticas.
¿Tienen cura?
Los primeros tres a seis meses de la enfermedad representan una "ventana terapéutica", dentro de la cual el proceso inmunológico puede detenerse o modificarse definitivamente.
Anteriormente, alrededor de 10 de cada 100 pacientes conseguían estar libre de síntomas de forma permanente. Hoy, con un tratamiento temprano, más de la mitad de los afectados puede vivir sin síntomas.
Tratamientos del reuma
El diagnóstico temprano tiene una importancia decisiva en la evolución de los síntomas.
En pacientes con un inicio tardío del tratamiento, pueden observarse fases de mayor actividad de la enfermedad.
Gracias a los avances médicos de los últimos años, hoy contamos con una multitud de opciones terapéuticas.
El tratamiento debe empezar dentro de los tres meses del inicio de los síntomas. En la mayoría de los pacientes estos medicamentos pueden disminuir la inflamación, eliminar la destrucción de las articulaciones y mejorar la calidad de vida.
Los medicamentos más importantes en el tratamiento de la artritis reumatoide son:
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Metotrexato
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Sulfasalazina
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Fármacos antimaláricos
En niños, el tratamiento de la artritis es complejo y depende de la forma y la gravedad de la enfermedad. Incluye tratamiento farmacológico, fisioterapia, y apoyo psicosocial para toda la familia.
Enfermedades reumáticas y COVID-19
Los pacientes con enfermedades reumáticas reciben habitualmente medicamentos inmunosupresores, por lo que tienen mayor riesgo de contraer COVID-19 al tener disminuida la defensa frente a infecciones.
Las enfermedades víricas en general, pueden agudizar la enfermedad reumática.
De momento, solo unos pocos estudios demuestran que casi todos los medicamentos antirreumáticos pueden continuarse en pacientes no expuestos a COVID-19 y reiniciarse tras recuperarse de la infección. Se recomienda suspender el uso de fármacos inmunosupresores en caso de sospecha de exposición o enfermedad.
Dada la escasa disponibilidad de información sobre este tema, cada caso debe analizarse individualmente.3
Conclusión
Si reconocemos a tiempo los síntomas del “reuma” o enfermedades reumáticas, podemos buscar atención médica temprana, y prevenir así la destrucción permanente de las articulaciones afectadas.
Las enfermedades reumáticas son causa de dolor crónico y limitaciones físicas que conllevan a una pérdida de calidad de vida.
No existe hoy en día una clara recomendación para prevenir el reuma. Sin embargo, tanto si se tiene un riesgo genético como si no, llevar una dieta mediterránea y no fumar pueden disminuir el riesgo de contraer la enfermedad y mejorar su pronóstico.
Referencias
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García de Yébenes MJ, Loza E. Artritis reumatoide: epidemiología e impacto sociosanitario. Reumatol Clin 2018;14:3–6.
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Zink A, Minden K, List SM, Koch-Institut R. Gesundheitsberichterstattung des Bundes. Mai 2010.
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Ladani AP, Loganathan M, Danve A. Managing rheumatic diseases during COVID-19. Clin Rheumatol 2020;1–10.