CÁNCER DE MAMA y CALIDAD DE VIDA

El diagnóstico del Cáncer de Mama es un reto emocional
CÁNCER DE MAMA y CALIDAD DE VIDA
El diagnóstico del Cáncer de Mama es un reto emocional
Ante el diagnóstico, es importante afrontar la enfermedad de manera positiva. Una buena información, establecer una relación de confianza con los profesionales, compartir con los demás (importancia de los grupos de ayuda), adquirir hábitos saludables… pueden ayudar a superar miedos y angustia.
La fatiga, la depresión y los problemas de sueño pueden aparecer durante los diferentes tratamientos. Es importante descansar y llevar a cabo una alimentación sana. Al finalizar los tratamientos se inicia una progresiva recuperación.
La pérdida de cabello suele aparecer con la quimioterapia. Hoy en día se cuenta con diversas opciones: pelucas (para todas las posibilidades económicas), pañuelos, sombreros, gorritos… El pelo no debe ser un problema, pues volverá a crecer y probablemente con mucha más fuerza y mejor calidad.
El cambio repentino en tu cuerpo te puede hacer pasar de la fortaleza a la caída emocional.
No se deben tomar decisiones de las que no estemos convencidas. Tampoco debemos someterlas a terceros… Sólo podemos decidir si disponemos de una buena información, es por lo que una buena comunicación entre el médico y la paciente tiene vital importancia.
El cáncer puede sacar a flote formas de mejorar tu salud y autoestima, podemos mejorar aspectos de nuestra vida futura…
Hábitos de vida saludables: Dieta, ejercicio, cambio de actitudes frente a los problemas
El rol de la dieta en el desarrollo del cáncer no está claro, pero la mayoría de profesionales recomiendan una dieta baja en grasas y alta en fibra. Asimismo, es conveniente reducir la cantidad diaria de carne, el azúcar, las comidas procesadas, el alcohol y la cafeína y aumentar la cantidad de legumbres, arroces integrales, quínoa, verduras frescas y frutas.
Se recomienda seguir una dieta variada y equilibrada.
El ejercicio regular te ayudará a sentirte mejor y a recuperar tu cuerpo tanto durante el tratamiento como después de él. El solo hecho de andar a marcha rápida, 30 minutos al día, es un factor de prevención.
Es importante realizar ejercicios de prevención de linfedema, si se ha realizado vaciamiento ganglionar, así como llevar a cabo unas normas de conducta, como puede ser no cargar el brazo correspondiente (atención a los bolsos excesivamente pesados), refrescar el brazo si hace excesivo calor y evitar el sol, descansar intermitentemente si se está planchando, protegerse de picaduras de insectos…
Una buena actitud frente a la vida ayuda a conseguir tranquilidad y paz interior. La práctica de ejercicios de relajación, como puede ser yoga, tai txi, sofrología, meditación, mindfulness, etc., nos ayudará a afrontar la enfermedad y cualquier eventualidad que pueda surgir a lo largo de nuestra vida.
Factores de riesgo para cáncer de mama
Uno de los factores de riesgo es contar con antecedentes familiares de primer grado (madre, hermanas, hijas…) con cáncer de mama. Es el oncólogo quien debe recomendar la realización o no, de consejo genético.
El consejo genético no es tan sólo hacer un estudio genético, es informar y ofrecer recomendaciones preventivas a quienes son susceptibles de poder beneficiarse del mismo.
Se estima que sólo un 5-10% de los cánceres de mama son hereditarios.
Son las Unidades de Consejo Genético quienes deben valorar y llevar a cabo las pruebas necesarias para establecer que en una familia el cáncer de mama se puede heredar, estudiando las posibles mutaciones en los genes BRCA1 y BRCA2.
Y RECUERDA: NO ESTÁS SOLA!
Grup Àgata
Associació Catalana de Dones amb Càncer de Mama