Cuándo y por qué provocar el parto

La inducción del parto es un procedimiento dirigido a desencadenar contracciones uterinas por medios mecánicos, médicos o ambos, en un intento de que el parto tenga lugar por vía vaginal.
Existe una buena correlación entre el resultado de una inducción y las condiciones obstétricas en que ésta se lleva a cabo. La utilización del índice o test de Bishop permite establecer un pronóstico bastante aproximado. Un test de Bishop igual o menor de 4 se considera un cérvix muy desfavorable y, por tanto, hay indicación para maduración cervical con prostaglandinas, es decir intentar que antes de que se instaure el parto en sí, el canal del parto esté en condiciones favorables.
Indicaciones para la inducción del parto
-Complicaciones médicas y del embarazo
-Rotura prematura de membranas.
-Corioamnionitis (infección de las membranas placentarias y del líquido amniótico).
-Sospecha de riesgo fetal.
-Muerte fetal.
-Embarazo prolongado.
-Embarazo a término con madurez fetal
-Ausencia de complicaciones médicas u obstétricas.
-Ausencia de signos de sufrimiento fetal.
-Presentación cefálica.
-Ausencia de sospecha de desproporción pélvico-cefálica.
-Puntuación de test de Bishop > o = a 7.
Se debe tener precaución especial en caso de cesárea anterior y cuando hay hiperdistensión uterina por el riesgo aumentado de rotura uterina.
Métodos de inducción
-Maniobra de Hamilton: despegamiento digital del polo inferior de las membranas para favorecer la liberación de Prostaglandinas.
-Amniotomía: aumenta la actividad de las prostaglandinas endógenas. Actualmente se utiliza para complementar y potenciar la acción de la oxitocina; parece recomendable hacerla al inicio de la inducción.
-Prostaglandinas: su objetivo principal es la maduración del cuello uterino, no se puede considerar por ello, en sentido estricto, un método de inducción. Se valora su uso cuando esté indicada la inducción y el cérvix sea desfavorable (Test de Bishop igual o menor a 4).
-Oxitocina sintética: estimula la musculatura lisa del útero, principalmente al final del embarazo, por un aumento del número de receptores específicos en el miometrio. También produce un efecto relajante directo transitorio sobre el músculo liso vascular, produciendo hipotensión y taquicardia refleja.
Dra. Isabel Giménez Blasco - Especialista en Ginecología y Obstetricia - Médico colaborador de Advance Medical