Embarazo psicológico

En el embarazo psicológico influyen tanto factores psicológicos como neuroendocrinos y forman parte de los trastornos somatomorfos, es decir, aquellos en que alguna necesidad emocional oculta, como angustia, ansiedad o carencia de afecto, se manifiesta a través de síntomas físicos.

Quiénes suelen sufrirlo
-Mujeres con fuerte deseo de ser madres: se da con mayor frecuencia en las mujeres en su segundo matrimonio que desean complacer a su nueva pareja y tener hijos.
-Mujeres menopáusicas: la idea subyacente que tienen es que aún son fértiles.
-Mujeres jóvenes, casadas o solteras: que tengan mucho miedo a quedar embarazadas.
-Mujeres que desean participar en el embarazo de otra mujer: por lo general, la otra es un miembro de la familia o alguien muy cercano.
-En varones aparece cuando la pareja está realmente embarazada y ellos experimentan un fuerte deseo de protección y de ser más participe en el proceso.
Síntomas
Los síntomas que aparecen en este trastorno son muy similares a los del embarazo normal:¡
-La menstruación desaparece, o el flujo es muy escaso (amenorrea)
-Aumenta el tamaño de los pechos (pueden llegar a segregar leche)
-Ablandamiento del cuello uterino
-No hay inversión del ombligo (en los embarazos reales, a partir del quinto o sexto mes, el ombligo sobresale)
-Aumento del tamaño y la pigmentación de la aureola mamaria
-Oscurecimiento de la piel
-Aumenta el tamaño del abdomen
-Subida de peso (mucho mayor que en un embarazo real)
-Náuseas
-Acidez
-Trastornos de sueño
-Antojos
-Aumento del apetito
-La columna lumbar se curva hacia dentro
Por qué sucede
Una mente convencida puede hacer creer al cuerpo que está embarazado, sin hacer caso lo que le digan las pruebas o los médicos. Al aumentar el nivel de algunas hormonas, como el estrógeno y la prolactina, se genera una reacción en cadena que termina en un círculo vicioso: tengo síntomas de embarazo, por lo tanto estoy embarazada, lo que me convence de que estoy embarazada, por lo tanto es normal tener síntomas de embarazo, y así sucesivamente.
Cómo se trata
El tratamiento del embarazo psicológico pasa en primer lugar por demostrar que efectivamente no es un embarazo real. De hecho, en algunos casos esto es suficiente para que desaparezca el trastorno. Cuando esto no ocurre hay que recurrir a tratamiento psicológico.
En casos extremos, es necesario suministrarle a la paciente medicamentos antipsicóticos o antidepresivos. La comprensión es indispensable, sobre todo la del entorno es vital, tanto como ponerse en contacto con personas que hayan pasado por situaciones similares. De esta forma, la mujer podrá comprender el origen de su embarazo psicológico, y superarlo.
Dra. Isabel Giménez Blasco - Especialista en Ginecología y Obstetricia - Ginecóloga colaboradora de Advance Medical