Estrés a raya

Es normal sentir cierta inquietud durante el embarazo, sobre todo si somos primerizas, debido a los cambios físicos que comporta, las preocupaciones porque todo vaya bien? Pero si bien un cierto nivel de estrés no tiene consecuencias, controlarlo para que no sea excesivo es una de las claves para un embarazo saludable.
Existen estudios que demuestran que estar bajo situaciones de estrés durante la gestación puede tener consecuencias para la salud de la madre y el bebé. Uno de los riesgos que deben contemplarse es la posibilidad de partos prematuros, cuya consecuencia dependerá de la edad gestacional en la que se encuentre el feto. La posibilidad de producirse abortos y preeclamsia (tensión alta) es un factor a tener en cuenta. Por otro lado, se ha visto cómo en los casos en los que el embarazo se acerca a las 36-38 semanas, los bebés son más susceptibles de nacer con bajo peso si la madre está sometida a mucho estrés.
Los hábitos saludables de descanso y alimentación contribuyen a un bienestar tanto físico como emocional. Además, puede ser útil practicar alguna técnica de relajación como el yoga, así como incluir un poco de ejercicio físico regular en nuestro estilo de vida (nadar, caminar?). Así, durante el embarazo se recomienda intentar disfrutar al máximo de un periodo de la vida que debería ser agradable, inolvidable y único, lo que implica procurar dejar de lado las preocupaciones y el estrés excesivo.