Las dos primeras horas de tu bebé

Los mamíferos son así: cuando nacen, la cría busca a la madre, se huelen y se crea el vínculo. El tacto y el olfato son los sentidos vinculados a la supervivencia.
En las dos primeras horas de vida el bebé está en un estado de alerta tranquila: ojos abiertos, despierto y con una actitud de búsqueda… Gracias a este estado puede interactuar con su mamá e iniciar el amamantamiento de forma espontánea.
Es un período de transición-adaptación: pasa de un medio acuático, oscuro, cálido y con alimentación continua a otro totalmente hostil: aéreo, iluminado, frío y donde alimentarse implica un esfuerzo. Es un momento de estrés para el cual sólo hay un antídoto: el contacto materno. El regazo materno es una prolongación de la acogida que él sentía en el útero. Su nuevo “cordón umbilical” es la lactancia por donde no sólo recibe alimento, sino también amor.
Endorfinas
¿Sabías que tras el parto la mamá tiene el nivel de endorfinas más alto de su vida? Y si la mamá lo tiene, su hijo también, ya que las endorfinas pasan a través del cordón umbilical. Este subidón de hormonas del placer hacen que disminuyan los dolores del parto, minimiza el estrés en el bebé y provocan apego, dependencia y enamoramiento visceral entre la madre y el hijo.
El neonato reconoce la voz y el olor de su mamá y busca su mirada. La subida de endorfinas favorece el enamoramiento… se ha iniciado la magia del vínculo madre-hijo.
Además, tras el nacimiento, se incrementan los niveles de noradrenalina y oxitocina que estimulan el vínculo y despiertan el olfato, uno de los sentidos más desarrollados del bebé al nacer.
Inicio de la lactancia
Las dos horas postparto constituyen un momento crucial para el inicio de la lactancia. El estado de alerta le permite succionar y ayudar a que el cuerpo de su mamá inicie todos los mecanismos biológicos para que se estimule la producción de leche.
Es en este transcurso cuando el contacto piel con piel inmediato y sin interrupciones permite completar la primera toma de leche y finalizar así el periodo de alerta tranquila del neonato.
En la mujer las dos primeras horas tras el parto se llaman puerperio inmediato. En este tiempo la comadrona controla que el útero se contraiga correctamente para evitar sangrados post-parto. Si dejamos que el bebé “cumpla con sus funciones” y succione el pecho de la madre, esa primera toma de leche inducirá un fuerte pico de oxitocina que contraerá el útero previniendo el sangrado (causa frecuente de muerte materna). El bebé vela por la supervivencia de su madre: si ella está bien, él estará mejor.
Los estudios científicos avalan que la no separación de la madre y el bebé y, el contacto piel con piel tras el nacimiento, son el mejor comienzo para la lactancia, disminuye las hormonas del estrés en la mamá y el bebé y, éste, puede regular mejor la temperatura y los niveles de glucosa.
El contacto piel con piel es la mejor estrategia para madre e hijo tras el parto. El vínculo, la alimentación y su bienestar físico y emocional dependen de esto.
Dra. Esther Martínez - Especialista en Pediatría - Médico colaborador de Advance Medical