Lucía mi pediatra: Mitos y realidades de la lactancia materna

La lactancia materna es el mejor alimento que le podemos dar a nuestros hijos de forma exclusiva desde el nacimiento hasta los 6 meses de vida y junto con alimentación complementaria hasta los 2 años o más. Así de claro lo dice la OMS (Organización Mundial de la Salud). Sin embargo, a pesar de la recomendación universal de la comunidad científica, la lactancia materna es uno de los temas que más mitos ha generado a lo largo de la historia. Hoy hablaremos con la evidencia científica en la mano y con mi propia experiencia como pediatra y madre que amamantó a sus dos hijos durante un año.
- Mitos y realidades de la lactancia materna
- ¿Mi leche será buena?
- Yo creo que mi leche no le alimenta
- ¿Cómo sé si come lo suficiente si no puedo controlar lo que come?
- Pues le doy biberón hasta que me suba la leche
- Acaba de nacer y ya está enganchado al pecho, pero no saca nada
- Una vez lleguemos a casa ¿hay algún otro factor que favorezca la producción de la leche?
- Es que antes se tiraba mamando 20 o 25 minutos y ahora en 5 minutos ha terminado
- A mí me dijeron que esto es pan comido y de fácil no tiene nada
- Ante la duda: póntelo al pecho
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Mitos y realidades de la lactancia materna
¿Mi leche será buena?
Me preguntan las madres. La leche materna siempre es buena. No hay leche mala, no hay leche de baja calidad, ni leche aguada ni leche amarga. Toda leche materna en una madre sana, es buena por definición.
Yo creo que mi leche no le alimenta
Todas las leches maternas alimentan por igual porque sus nutrientes son los mismos, siempre y cuando la madre esté en perfecto estado de salud, claro está. Si no hay una adecuada ganancia de peso no es por la calidad de la leche, hay que intentar averiguar dónde está el problema (mal agarre, mala técnica, frenillo lingual...)
¿Cómo sé si come lo suficiente si no puedo controlar lo que come?
Os suena ¿verdad? El mejor parámetro para saber si come lo suficiente o no es el peso del bebé. Si gana adecuadamente según los consejos de tu pediatra, no te preocupes. Si además hace 6-7 pipís al día, el bebé está tranquilo tras mamar, duerme entre toma y toma (sobre todo al principio) y tiene un adecuado desarrollo, puedes estar aún más tranquila.
“Pues le doy biberón hasta que me suba la leche”
Error. La leche “no sube” sola. Si no hay estímulo (succión del pezón por parte del bebé o del sacaleches), no hay leche. La succión del pezón es el estímulo natural más poderoso para fabricar leche. Si el bebé se engancha frecuentemente y succiona con una adecuada posición, la mamá segregará leche, casi sin excepción. Solamente en un 1-5% de casos existirán mujeres con poca producción de leche (hipogalactia), en ese caso, tu pediatra valorará la necesidad de aportes extra. Cuanto más estímulo, más leche. Cuanto menos estímulo, menos leche. Recuerda además que la leche materna se puede guardar para una siguiente toma. Te contamos como conservar la leche materna aquí.
Acaba de nacer y ya está enganchado al pecho, pero no saca nada
Me dicen algunas madres desanimadas. Sí saca. Saca el calostro, esa leche inmadura pero rica en defensas que tenemos todas las mujeres cuando damos a luz. Aprovecha mientras estés en la maternidad a ponerte al bebé con mucha frecuencia; sólo has de preocuparte de eso, de que el bebé mame; de lo demás, nos encargamos nosotros. Si tienes dudas, si no se engancha, si la situación te supera, pide ayuda. Estamos aquí para hacer el camino algo más fácil.
Una vez lleguemos a casa ¿hay algún otro factor que favorezca la producción de la leche?
Sí, hay consejos para facilitar la lactancia materna. Llevar una dieta equilibrada y adecuada, beber agua de forma regular y el vaciado completo de la mama. Nuestros bebés han de mamar de un pecho hasta el final, es decir, hasta notar el pecho blandito y vacío antes de ofrecerles el otro. Intenta no cambiar constantemente de mama mientras le alimentas; primero uno y cuando esté vacío, el otro. El vaciado favorece el rápido llenado.
“Es que antes se tiraba mamando 20 o 25 minutos y ahora en 5 minutos ha terminado”
A medida que va creciendo, el niño tarda menos en hacer las tomas y extrae la leche más eficazmente. Como el cambio se produce bruscamente, muchas madres creen que no se alimenta adecuadamente o que deja el pecho pronto porque tienen menos leche. Si el niño está tranquilo y feliz, gana peso y moja 5-6 pañales diarios, es que está tomando la leche que necesita, aunque sea un Speedy González.
“A mí me dijeron que esto es pan comido y de fácil no tiene nada”.
No siempre es fácil. Hay lactancia materna que viene rodada, lo sé. He visto madres que sin apenas asesoramiento han conseguido lactancias fabulosas y he visto también madres que para conseguirlo han sudado lo suyo (y han llorado mucho). Ánimo a todas ellas, efectivamente no siempre es fácil. Buscad ayuda: familia, amigos, vuestra pediatra, matrona, enfermera y los grupos de lactancia materna que hacen una labor inmensa rescatando lactancias que se daban por perdidas. ¡Apoyaos en nosotros!
Y no olvides que…
Los bebés maman para alimentarse pero también para consolarse, para sentirse protegidos y queridos. Para oler a su madre, para saborearla. Si le ofreces el pecho siempre que quiera, aunque no sea por hambre, no te equivocarás.
Ante la duda: póntelo al pecho
Si hay algo en la crianza de mis hijos que más añoro es justamente la lactancia materna: repetiría una y mil veces la experiencia. Es maravillosa e irrepetible.