Mi primera visita al ginecólogo

Las consultas que más frecuentemente atendemos los ginecólogos en la infancia son:
- Infecciones vulvares y vulvovaginales
- Descubre las causas por las que una niña puede tener una infección vulvar o vulvovaginal.
- Coalescencia de los labios
- Te presentamos uno de los trastornos ginecológicos más comunes en las niñas que se suele pasar en la pubertad.
- Pubertad precoz
- Presentación prematura de caracteres sexuales secundarios.
- Otras alteraciones
- El sangrado vaginal antes de la primera regla puede ser señal de problemas. Descubre cuáles.
Primera visita al ginecólogo: Infecciones vulvares y vulvovaginales
La mayoría de las veces las infecciones por las que se realiza la primera visita al ginecólogo se producen por una higiene incorrecta. Antes de que las niñas lleguen a la pubertad los labios menores están poco desarrollados, por lo que no protegen bien del todo a la vulva y a la vagina de los agentes externos que pueden agredir a esta región. Al no haber tenido la regla (pubertad) no tienen el nivel de estrógenos en sangre para que el aparato genital funcione de la manera correcta. De algún modo, se podría decir que los genitales externos, sobre todo la vulva, tienen un ligero aspecto atrófico. En otras ocasiones, estas infecciones vaginales se producen por un cuerpo extraño, aunque esto es menos frecuente.
Primera visita al ginecólogo: Coalescencia de los labios
Es otro de los trastornos más habituales que les ocurren a las niñas y que pueden propiciar la primera visita al ginecólogo. Se trata de una fusión anormal de los labios menores. La adherencia puede ser parcial o completa. En el caso de que sea completa, puede producir dificultades en la micción. Esta alteración es consecuencia también de la falta de hormonas sexuales en esta etapa del crecimiento y se resuelve en el momento en que comienza la secreción hormonal, en la pubertad.
Primera visita al ginecólogo: Pubertad precoz
Otra patología que podemos encontrar en la consulta de ginecología infantil consiste en la aparición de forma prematura de los caracteres sexuales secundarios. Estos son: desarrollo mamario, aceleración del crecimiento, aparece el vello púbico, o axilar, aparece la primera regla o menarquia. Si esto le ocurre a una niña, debemos realizar un estudio muy exhaustivo porque es preciso establecer un diagnóstico exacto para poner un tratamiento correcto y evitar una de las consecuencias de la pubertad precoz como es la talla baja.
Primera visita al ginecólogo por otras alteraciones
Sangrados anómalos antes de la primera regla, sospecha de que haya un tumor ginecológico, en estos casos también hace falta una visita médica.
En cualquiera de los casos, bien sea el pediatra o bien sea el ginecólogo, el modo de exploración debe ser el mismo. La niña irá acompañada de sus padres (uno o los dos). En todo momento, hay que intentar que la niña esté tranquila y que colabore. Explicaremos con palabras sencillas lo que vamos haciendo. Realizaremos una exploración visual y en caso de tener que manipular los genitales lo haremos con cuidado.
En la infancia (desde el nacimiento hasta la adolescencia) no hace falta ir al ginecólogo. Únicamente será necesario en el caso de que aparezca algún tipo de patología como la que hemos citado. Muchas veces, en la consulta las madres de las chicas jóvenes o las propias adolescentes nos preguntan cuándo deben empezar a ir al ginecólogo. La respuesta es sencilla: no hay una edad determinada a la que se deba ir al ginecólogo por primera vez, si bien es cierto que se recomienda realizar revisiones periódicas, una vez al año, en el momento en que se inician las relaciones sexuales. Y siempre, claro está, que surja un problema para preguntar con libertad y resolver dudas.
Árticulo de Dra. Isabel Giménez Blasco
Ginecóloga y obstetra
Médico especialista en Ginecología, Obstetricia y Reproducción Humana. Título de Magister en Reproducción, y Máster en Actualización Profesional para Ginecólogos. Actualmente, forma parte del equipo de la Unidad de Reproducción Asistida y de Obstetricia y Ginecología en la Unidad de Ginecología del Hospital Quironsalud de Zaragoza.
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