¿Por qué no me vuelvo a quedar embarazada?

Las parejas que se ven en esta situación de infertilidad secundaria afrontan de forma diferente el hecho de no concebir un segundo hijo en comparación con las parejas que no llegan a conseguir el primer embarazo.
De todas formas, son parejas que siguen estando sometidas a estrés, sensación de culpa, negación, frustración… de manera que el proceso de duelo y aceptación de la infertilidad no resulta más sencillo que cuando no se tiene un hijo. En algunos casos, la situación puede ser incluso más frustrante para los padres.
¿Existen causas diferentes para un segundo embarazo?
Las causas, en general, son las mismas que para la infertilidad primaria. Entre ellas, el aumento de la edad, el haberse sometido a una cirugía ovárica o de cualquier otro órgano reproductor tras el primer hijo, patología masculina en la segunda pareja, incluso la aparición de una patología orgánica que no se hubiera manifestado anteriormente.
Cómo se actúa ante una infertilidad secundaria
El protocolo a seguir es el mismo que cuando se presenta una pareja con esterilidad primaria. Se lleva a cabo un estudio completo de la mujer que, sobre todo, incluye valoración de la reserva folicular, ecografía basal en busca de alteraciones del aparato genital que no se hayan visto hasta el momento o aparición de nueva patología como posibles quistes endometriósicos. También se monitorizan los ciclos, es decir, se comprueba que los ciclos sigan siendo ovulatorios. En cuanto al varón habrá que valorar la calidad y la cantidad seminal. Sobre todo, habrá que investigar en casos de varones con parejas e hijos anteriores la posibilidad de que tengan hecha la vasectomía pues en ese caso será necesaria una mínima intervención quirúrgica para obtener espermatozoides directamente del testículo.
En cuanto a las medidas que habrá que tomar o las posibles técnicas de reproducción asistida, se realizarán las mismas que en la infertilidad primaria: si no hay factor masculino y las trompas junto y la reserva folicular lo permiten se comenzará con inseminaciones y, en caso contrario, se podrá iniciar la fecundación in vitro.
El apoyo psicológico
No olvidemos que estas son parejas que, aunque ya son padres, pueden llegar a soportar unos niveles de ansiedad mayor incluso que las que acuden a la consulta sin hijos. A veces no llegan a entender que no llegue el segundo hijo, ¿cómo es posible si ya tenemos uno? Por tanto, como parte del proceso, también conviene realizar un cuidadoso y adecuado apoyo psicológico.
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