Puerperio, recuperarse tras el parto

Durante el puerperio la mujer sufre unos determinados cambios que están destinados a recuperar el estado previo al embarazo y que son causados por el descenso brusco de las hormonas que estaban manteniendo la gestación y han intervenido en el proceso del parto.
Cómo se recupera el cuerpo
El cuerpo poco a poco va volviendo a recuperar la forma física de la que partía antes del embarazo. El útero va disminuyendo de tamaño, la mujer cada vez se ve menos inflada y se empieza a encontrar más cómoda consigo misma, más ágil y más animada. Animada sí, porque al igual que el parto supone un estrés para el cuerpo también lo es para la mente. Estas alteraciones en la mente van desde la depresión postparto leve o "baby blues", a la depresión postparto moderada y grave. Lo más frecuente es que exista un leve periodo de melancolía, tristeza con llanto y algo de ansiedad. Este "baby blues" desaparece a lo largo de las primeras semanas del parto y no precisa de ninguna intervención por parte de ningún otro especialista.
Recuperarse tras el parto
Independientemente de que haya sido un parto normal o instrumentalizado, incluso si ha sido mediante cesárea, la musculatura del periné, encargada de sostener los órganos pélvicos (vejiga, útero y recto), debe recuperarse con ejercicios de suelo pélvico (ejercicios de Kegel), que le otorgará fuerza y capacidad para sostener dichos órganos y que favorecerá las relaciones sexuales.
Se recomienda esperar para tener relaciones sexuales con penetración hasta que el sangrado haya finalizado, y si se ha suturado el periné, hasta que los puntos se hayan caído y la herida cicatrizado.
La mejor manera de recuperar la figura tras el parto es tener cuidado y prepararse antes del parto, por ejemplo, a lo largo del embarazo se puede caminar (una hora) y conforme la gestación avanza pasar a ejercicios tipo pilates o natación. Debes tener paciencia porque la vuelta a la normalidad no es inmediata, puede ser necesario hasta 1 año, debes plantearte metas a corto plazo, realistas y progresivas. Lo primero es fortalecer el suelo pélvico como ya te he explicado y cuando lo hayas conseguido puedes plantearte recuperar los abdominales.
Artículo de Dra. Isabel Giménez Blasco
Ginecóloga y obstetra
Médico especialista en Ginecología, Obstetricia y Reproducción Humana. Título de Magister en Reproducción, y Máster en Actualización Profesional para Ginecólogos. Actualmente, forma parte del equipo de la Unidad de Reproducción Asistida y de Obstetricia y Ginecología en la Unidad de Ginecología del Hospital Quirónsalud de Zaragoza.
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