Teletrabajo y maternidad

El volumen de trabajo generado por el cierre de los centros educativos y la opción de teletrabajar, ha aumentado la carga física y mental que experimentan las mujeres con el teletrabajo y maternidad.
- El teletrabajo, una trampa para las mujeres
- El teletrabajo, una herramienta exitosa
- Cómo conciliar el teletrabajo y maternidad
- Otros artículos sobre teletrabajo
Casi siempre, el teletrabajo se presenta como una modalidad laboral que permite conciliar la vida profesional y familiar de manera fácil y exitosa, pero no siempre es así. La pandemia, y las consecuencias estructurales que construyen la nueva normalidad, dejan ver que la relación entre teletrabajo y maternidad está plagada de contradicciones, y que, en muchos sentidos, las mujeres salimos perdiendo.
El teletrabajo, una trampa para las mujeres
Al estar cerrados centros escolares, residencias, servicios de asistencia, etc., muchas mujeres se ven abocadas a no poder seguir trabajando por tener que hacer frente a la tarea de cuidar. Hoy en día el 70% de las tareas de cuidado recae en las mujeres.
La presión social de la maternidad provoca que seamos nosotras quiénes continuamos asumiendo el mayor peso de la crianza. Las mujeres que están teletrabajando con sus hijos en casa no sólo tienen que trabajar y a la vez realizar tareas de cuidado, sino que en ocasiones deben intentar facilitar que sus parejas trabajen. Muchas teletrabajan, cuidan y además cargan con el seguimiento escolar de los hijos en edad educativa, un elemento de ansiedad y estrés añadido. Como resultado, las mujeres tienen que buscar su propio espacio de concentración y silencio durante la madrugada, bien sea retrasando el momento de ir a dormir, o levantándose antes que el resto de los miembros por la mañana, lo que acaba perjudicando gravemente su salud.
Que el teletrabajo termine por convertirse en una opción sólo para compaginar la maternidad con la faceta profesional puede acabar devaluando el trabajo de la mujer. El teletrabajo no puede ser entendido como una herramienta exclusivamente de conciliación para las madres, porque entonces las mujeres perderemos el contacto con nuestros compañeros, la relación presencial con la empresa y nos quedaremos encerradas en casa, dando un paso hacia atrás en igualdad.
Por todo esto, el teletrabajo puede resultar una trampa mortal para no despegarnos del rol de cuidadoras, ponernos obstáculos en el desarrollo personal y laboral, además de afectar y minar nuestra salud física y mental.
El teletrabajo, una herramienta exitosa
Que el teletrabajo se convierta en un instrumento eficaz dependerá de nuestra capacidad para solventar dos graves problemas:
- Una cultura organizacional donde las jornadas laborales dan sentido y satisfacción a una estructura social patriarcal.
- Un cambio social que todavía no contribuye a distribuir de forma equitativa el trabajo de los cuidados y las responsabilidades familiares y domésticas.
- Además de no llevarse a cabo en exclusiva como alternativa al trabajo presencial, sino como algo complementario, y promoviéndolo tanto en hombres como mujeres.
Cómo conciliar el teletrabajo y maternidad
La situación actual de teletrabajo es prácticamente una improvisación ante la emergencia, y dista mucho de lo ideal. Pero mientras tanto, queremos darte unos consejos para sobrellevar teletrabajo y maternidad:
- Fíjate un horario e intenta respetarlo. Establece horarios y un tiempo dedicado a cada tarea (alimentar y vestir al bebé, hacer la comida, trabajar…) tener una rutina establecida aporta calma y serenidad mental.
- Realiza las tareas domésticas antes o después del horario fijado para trabajar, pero nunca dentro de éste. Hacer dos cosas a la vez nos hace poco operativos.
- Aprovecha las siestas del bebé, o los momentos que sabes que están distraídos para realizar tareas que exijan mayor concentración. Siempre se rinde más si se lleva un rato dedicado a la misma tarea.
- Pide a tu entorno que respeten tu horario laboral. El hecho de que estés en casa no significa que estés disponible para recibir visitas a media mañana o dedicarte a hacer recados. Explícales que no podrías hacerlo si trabajases fuera y que ocurre lo mismo estando en casa.
- Si tienes niños mayores, que ya entienden, explícales que el hecho de que ahora estés en casa no significa que estés disponible al cien por cien todo el rato, que tu trabajo sigue siendo el mismo y necesitas concentrarte.
- No trabajes horas de más. Respeta tus descansos y ajusta, en la medida de lo posible, tu jornada laboral a lo que harías si estuvieras fuera en una oficina.
- Crea un espacio exclusivo para trabajar. Aunque la casa sea pequeña, te concentrarás mejor si reservas un espacio único, cómodo y con buena iluminación para realizar el trabajo. Además de tener todo tu material y documentos concentrado en un único lugar de la casa, impedirá que se inunden de temas laborales otros espacios dedicados a diferentes funciones (descanso, lectura, cocina…).
- Ponte ropa para trabajar. Al trabajar en casa se corre el riesgo de estar todo el día en pijama y comer cualquier cosa para salir del paso. Vestirse con ropa de calle y comer en condiciones mantiene la autoestima y ayuda a que los demás miembros de la familia tomen en serio tu trabajo.
- No te aísles. Tanto tiempo metido en casa con un bebé o con niños puede hacer que te aísles del mundo relacional adulto. Por ello, es conveniente turnarte con tu pareja para poder realizar actividades fuera de casa, y reservar un tiempo al día para ti misma.
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