Calzado infantil. Cómo elegirlo bien

El mejor momento para plantearse la compra de calzado infantil es cuando nuestro hijo inicia la marcha. La estabilidad del pie es fundamental para mantener todo el equilibrio de nuestro cuerpo, por lo que debemos escoger el mejor zapato, sin escatimar en calidad.
Es muy saludable que el niño tenga contacto con su pie desnudo en el suelo (limpio y a la temperatura adecuada), para ejercitar mejor la musculatura, realizar libres movimientos y mejorar su motricidad.
El pie del niño hasta los 3-4 años es hiperlaxo, es decir, tiene las articulaciones muy blanditas dando la sensación de que presenta un pie plano. Es una situación normal, pero la elección del calzado infantil debe de ser extremadamente delicada. Los zapatos deben ser suaves, sin costuras internas que causen roces, no deben apretar mucho ni ir demasiado sueltos. La flexibilidad de la suela, sobre todo en el tercio distal y la forma de botita con sujeción del tobillo nos permitirá saber que se trata de un zapato adecuado para nuestro hijo.
Consejos útiles
A partir de los 3 ó 4 años, el pie del niño ya tiene mayor estabilidad, las articulaciones ya están más fuertes y se empieza a formar el arco plantar. En este momento y, durante toda la infancia, los zapatos deben reunir las siguientes características:
- El zapato ha de ser ligero y de suela flexible
- La parte delantera ha de ser amplia. Los más adecuados son los de punta cuadrangular, que dejan a los dedos moverse libremente
- Los dedos deben quedar a un centímetro aproximadamente de la punta del zapato
- Los materiales naturales como la piel o el cuero son los más adecuados. Debe de ser un material transpirable
- Las suelas antideslizantes evitan caídas en suelos mojados
- No deben haber costuras internas que provoquen rozaduras o heridas
- El método de sujeción debe ser adaptado a la capacidad del niño. Debemos comprar zapatos que ellos mismos se puedan poner y sacar.
- Los cordones deben ir con doble nudo para evitar que se desagan con facilidad y hagan tropezar al niño.
- Es mejor un zapato con una buena sujeción del talón que una bota.
- Si se utiliza calzado infantil deportivo éste debe ser flexible, utilizarse específicamente para realizar deporte y utilizar un calcetín de algodón que absorba bien el sudor
Ten en cuenta que...
El pie de los niños está en constante crecimiento, por lo que siempre viene bien ir revisando la talla del mismo cada tres meses o cada cambio de estación. Cada niño modela el zapato en función de su forma de caminar, por lo que no es aconsejable aprovechar los zapatos de un niño a otro.
El pie durante el día se hincha o edematiza ligeramente, por lo que siempre es mejor comprar y probar los zapatos por la tarde.
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