Lactancia materna: ¿Cómo conservar la leche materna?

La leche materna es un bien muy valioso e imprescindible para la lactancia materna. Contiene todo lo que el bebé necesita: grasa, lactosa, vitaminas, hierro, minerales, agua, factores de crecimiento, proteínas… Todo ello es necesario para su desarrollo. Además de estas sustancias, a través de la lactancia materna también pasan anticuerpos de la madre por lo que les previene de muchas infecciones. En ocasiones, la mamá tiene la necesidad de preservar la leche para dársela más adelante al bebé. Probablemente el principal motivo sea la incorporación de la madre a la vida laboral, pero en ocasiones es porque el bebé no vacía bien el pecho o porque le es muy dificultoso, por ejemplo, si es prematuro…
- Higiene en la lactancia materna
- Recipientes para la leche materna
- ¿Congelar?
- ¿Cuándo conviene utilizar la leche materna congelada?
Higiene en la lactancia materna
Lo primero que conviene hacer para conservar la leche materna en buenas condiciones para su posterior uso durante la lactancia materna es mantener una correcta higiene antes de manipularla. Para ello, debemos lavarnos bien las manos y secárnoslas, ya que cualquier germen que nosotros tengamos en las manos pasará a la leche y de esta forma al bebé.
Recipientes para la leche materna
Para su conservación, hay que usar recipientes adecuados. Pueden ser biberones o bolsas, etc., pero antes de su uso también es importante lavarlos bien con agua caliente y jabón y aclararlos abundantemente para que no queden restos. También se pueden lavar en el lavavajillas. Veremos que tanto se pueden dejar en el frigorífico como en el congelador, pero siempre deberán estar perfectamente etiquetados con la fecha en la que se extrajo la leche materna para una lactancia materna segura. Se guarde en el frigorífico o en el congelador, lo mejor es hacerlo cuanto antes para que no se pierdan las propiedades.
¿Congelar?
Es recomendable congelar la leche que no se vaya a utilizar en la lactancia materna antes de tres días, aunque, si no es el caso, es mejor guardarla en la nevera lo antes posible. Para su almacenaje, conviene que sea en cantidades pequeñas de entre 50 y 100 cc, para así desconglear sólo la que se vaya a emplear en la lactancia materna en cada momento. Otra consideracion a tener en cuenta es que siempre es mejor utilizar primero la leche fresca y luego la congelada.
Si se va a meter la leche en el frigorífico, debemos saber que no hay que ponerla en la puerta, sino en la zona más fría. En caso de congelarla, no se deben llenar los recipientes más de tres cuartas partes porque la leche se expande.
¿Cuándo conviene utilizar la leche materna congelada?
El tiempo de uso de la leche guardada para la lactancia materna debe ser el siguiente:
- Leche recién exprimida en un recipiente cerrado.
- Si está a temperatura ambiente a 25ºC o menos, deberá ser usada en las siguientes 6-8 horas. Si está en la nevera a 4ºC o menos, en los 3-5 días siguientes. Y en el congelador dentro del frigorífico en las siguientes 2 semanas.
- Leche congelada, descongelada en el frigorífico pero no usada ni calentada.
- Si está a temperatura ambiente, utilizarla en 4 horas o menos. Si está en la nevera, en 24 horas. No se debe volver a congelar.
- Leche descongelada fuera del frigo, en agua caliente.
- Si está a temperatura ambiente sólo se utilizará hasta que acabe la toma de lactancia materna. Si está en el frigo sólo 4 horas o menos. No se debe volver a congelar.
Todas estas consideraciones son importantes porque cuanto mejor esté guardada la leche materna más difícil será que pierda sus cualidades puesto que es el mejor alimento para el bebé durante los primeros meses de vida. De todas formas, hay técnicas como el colecho que facilitan la lactancia materna.
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