Percentil infantil: mide el crecimiento de tu hijo

La valoración del percentil infantil da a los pediatras mucha información sobre el estado de salud del niño, pero suele ser un motivo de ansiedad para las familias si no se explica correctamente.
- Cómo crecen los niños
- ¿Cómo se crean las curvas de crecimiento y para qué sirve el percentil infantil?
- ¿Es importante el percentil infantil?
- ¿Quién tiene que valorar el percentil infantil y las curvas de crecimiento?
Cómo crecen los niños
Si vamos a cualquier escuela y tallamos o pesamos a todos los niños y niñas de una misma clase podremos sacar dos conclusiones fácilmente: que todos los niños miden o pesan diferente y que aparentemente todos están sanos. Esto nos puede hacer sospechar que una talla o un peso puntual de un niño no nos da demasiada información sobre su estado de salud.
Pero, si en lugar de un peso o talla aislado vamos poniendo en un gráfico los datos desde su nacimiento podremos dibujar su curva de crecimiento y esto sí que es mucho más interesante. La curva nos determina el ritmo y la velocidad a la que el niño crece. El crecimiento depende, sobre todo, del potencial genético de cada persona y del sexo, aunque también influyen otros factores: la nutrición, la actividad física o los problemas de salud.
¿Cómo se crean las curvas de crecimiento y para qué sirve el percentil infantil?
Estas curvas se elaboran mediante los datos poblacionales obtenidos de medir a muchísimos niños desde el nacimiento a la adolescencia. Tras la toma de estos datos y, mediante diversos procedimientos estadísticos, se elaboran las curvas y los percentiles.
Un niño sano seguirá una curva de crecimiento en un percentil determinado (del percentil 3 al 97) que nos dirá su situación respecto a los niños de su edad.
¿Es importante el percentil infantil?
Un percentil determinado no nos dice nada, como ya hemos visto antes.
Los percentiles son un tema que agobia a las familias porque muchas veces no se entiende correctamente. Los percentiles normales van del 3 al 97 y sólo indican dónde está niño comparándolo con sus iguales en sexo y edad.
Cuanto mayor sea el percentil, más grande será el niño respecto a los de su misma edad y sexo y, cuanto menor sea el percentil, menor será. Si el percentl infantil es 50 de peso significa que, comparado con los de su edad, hay un 50 % de los niños que pesan más y otro 50 que pesan menos. Un niño en el percentil 3 sólo tendría 3 que medirían menos que él y 97 que medirían más; y uno en el 97, viceversa.
Un niño en el percentil 3 y en el percentil 97 son normales siempre y cuando su genética nos haga sospechar que tienen que estar ahí y que siempre siguen, aproximadamente, creciendo en ese percentil. Por ejemplo, la hija de dos jugadores de baloncesto es esperable que crezca en un percentil entre 90 y 97 de altura, por lo que, si observamos que está en un percentil 10, quizás algo no vaya bien en relación con su crecimiento y potencial genético.
Otro aspecto por valorar en la consulta de pediatría son los crecimientos acelerados o desacelerados, los cambios bruscos o exagerados de percentil que permite detectar, de forma precoz, la aparición de determinados problemas de salud.
¿Quién tiene que valorar el percentil infantil y las curvas de crecimiento?
Hasta ahora todo parece muy sencillo, pero en realidad tampoco lo es tanto. El profesional indicado para valorar los percentiles y las curvas de crecimiento es el pediatra. Será el indicado en valorar si un percentil infantil es o no el esperado según la genética del paciente o bien sospechar problemas de salud vinculados a la velocidad de crecimiento.
Es importante recordar que estar en un percentil alto o bajo no significa necesariamente que un niño esté más o menos sano. Un niño que crezca de forma mantenida en el percentil 10 puede estar tan sano como otro que crece en el percentil 90. El percentil 50 no es el percentil ideal, sólo es un valor estadístico. También hay que destacar que niños que están “fuera de percentil” (por debajo del percentil 3 o por encima del 97) pueden estar sanos y que es el pediatra el que debe evaluarlos.