Ver la tele mientras comemos

El 70% de los niños españoles come frente al televisor, móvil o algún tipo de pantalla táctil, según informa la Sociedad Española de Pediatría Extrahospitalaria y Atención Primaria (SEPEAP). En concreto, un 5,2% lo hace siempre, un 20,3% lo hace habitualmente y un 45,5%, a veces. Ver la tele es una actividad cotidiana en muchos hogares para conseguir que los niños coman “sin rechistar”, pero no es buena idea, es un recurso trampa, que coloca a la alimentación en “segundo plano” y fomenta hábitos poco saludables, incluso considerándose perjudicial para la salud y relacionándose directamente con el sobrepeso.
¿Cómo afecta al sobrepeso ver la tele mientras se come?
Cuando la pantalla está encendida:
- El niño no presta atención a lo que come, a su sabor, aroma, presentación…
- Se inhibe la sensación de saciedad, por lo que se come más cantidad de la que realmente necesitaría sin darse cuenta, pues se presta atención a otro estimulo más “potente”.
- Se come de manera mecánica y se mastica peor, por lo que además del sobrepeso puede conllevar dolor de estómago y atracones.
- Para aquellos niños que son “lentos comiendo” el tiempo aún se alarga más.
- Pueden ver anuncios de golosinas, bollería, refrescos… alimentos procesados repletos de grasas saturadas y azúcares muy poco saludables, que les incitan a comer más y que pueden influir y modificar las costumbres alimentarias habituales.
Beneficios de comer en familia sin ver la tele
- Favorece una buena relación entre el niño y la comida, pues puede prestar mayor atención a los sabores, olores, colores, texturas… y valorar si le gusta o no.
- La comunicación entre padres e hijos es mayor, pues al no existir estímulos externos se está más atento a las conversaciones. Los estudios muestran que los niños que comen con sus padres se comunican mejor.
- Favorece la expresión oral, pues masticar y tragar de manera consciente (sin estímulos externos), ayuda a tonificar los músculos implicados en el habla, por lo que favorece la pronunciación.
- Compartir la charla durante la comida les proporciona confianza y seguridad, pues se sienten qué forma parte de una familia que les quiere y fomenta una mayor autoestima.
Relación entre publicidad televisiva y obesidad infantil
Varios son los estudios que muestran la relación directa entre las horas frente al televisor y la ingesta calórica. La revista médica The Lancet publicó en unos de sus artículos la elevada cifra de “inputs” que reciben los niños sobre productos no saludables. La escandalosa cifra es de 7.500 impactos al año de mensajes que les dicen que coman productos insanos, si lo dividimos entre los días que tiene el año, hablamos de 20 anuncios diarios incitando al consumo de alimentos poco saludables.
Es muy sencillo captar su atención mediante colores llamativos, regalos o dibujos de sus personajes favoritos. Se calcula que 1/3 de los niños con sobrepeso y obesidad no lo serían si no estuvieran expuestos a la publicidad alimentaria. A más horas viendo televisión mayor ingesta de calorías y mayor peso. La organización Mundial de la Salud (OMS), exige medidas y políticas que regulen el incumplimiento de las empresas, pues el “código ético” claramente no es suficiente, un gran ejemplo es el de Chile, donde la publicidad ha sufrido restricciones, los avisos no pueden ir orientados a la población infantil y se prohíbe la venta y la distribución gratuita en los colegios. Además, se ha prohibido regalar juguetes en alimentos para niños, como el famoso huevo de chocolate con regalo dentro o el pack de juguetes y hamburguesa de una conocida cadena.
La mayor parte de las pólizas de salud de DKV Seguros permiten a sus asegurados contactar con un técnico en nutrición y dietética o un coach en prevención, a través del teléfono 976 991 199 o instalándose en el móvil la app Quiero cuidarme más.