Adiós tabaco, bienvenida vida saludable

Son muchas las personas que han adquirido el hábito de fumar con los años, se ha convertido en una rutina de la que es muy complicado salir, puesto que la nicotina crea adicción.
- ¿Y qué puedes hacer para dejar de fumar?
- Beneficios de dejar el tabaco
- ¿Qué es la deshabituación tabáquica motivacional?
¿Y qué puedes hacer para dejar de fumar?
Te mostramos algunos pasos esenciales que van acompañados de la fuerza de voluntad:
- Sal de casa y mantente ocupado yendo a correr, al cine, a cenar, etc. O frecuenta sitios en los que esté prohibido fumar.
- Bebe mucha agua.
- Aprende a relajarte con tácticas de respiración profunda, notarás que tu cuerpo se calma y poco a poco no tendrás tanta necesidad de fumar.
- Masca chicle o un caramelo duro.
- Mantén las manos ocupadas con un bolígrafo, un palillo o lo que creas que te puede ir bien para no pensar en coger un cigarrillo.
- Deshazte de los cigarrillos, mecheros, ceniceros y todo lo relacionado con el tabaco.
- Evita las bebidas energéticas y/o con cafeína, te pondrán más nervioso y sentirás ganas de relajarte con un cigarro.
Beneficios de dejar el tabaco
Dejar de fumar no es un proceso fácil, necesita tiempo, paciencia y mucha fuerza de voluntad. Una vez lo consigues, notarás cambios positivos en tu salud, por ejemplo:
- Mejor presión arterial.
- Se elimina el monóxido de carbono de tu organismo.
- Mejora el sentido del gusto y del olfato.
- Te resulta más fácil respirar.
- Mejora la circulación.
- Disminuye la tos y las sibilancias.
- Se reduce el riesgo de enfermedades como el cáncer de pulmón o de sufrir un infarto.
Además, también podrás notar cambios estéticos y físicos como:
- Mayor fertilidad.
- Piel con un aspecto más saludable.
- Pelo más suave y brillante.
- Dientes más blancos y mejor aliento.
- Recuperas memoria
Aun así, debes saber que también existen síntomas físicos menos positivos, provocados por el efecto de abstinencia propio de cuando alguien deja de fumar. Se trata de síntomas como dolor de cabeza o en el estómago, nerviosismo, depresión, irritabilidad, gran deseo de comer, e incluso falta de energía.
Parecen síntomas contradictorios con lo que supone dejar de fumar, pero se trata de efectos pasajeros y que solo se manifiestan los primeros días debido al gran cambio que has generado en tu cuerpo. La buena noticia es que con un poco de paciencia y fuerza estos síntomas son momentáneos y en breves notarás los beneficios de haber dejado el tabaco.
¿Qué es la deshabituación tabáquica motivacional?
Dejar de fumar no es un proceso fácil, dejar atrás una etapa de adicción supone un gran cambio en la vida de la persona fumadora, tanto a nivel físico como psicológico. Por eso, es bueno apoyarte en terapias como la deshabituación tabáquica emocional, donde recibes la ayuda de profesionales para decirle adiós al tabaco de forma gradual pero firme.
El primer paso para que la persona fumadora empiece a dejar de serlo es que esté predispuesta a ello, que se sienta decidida y con la actitud correcta para conseguirlo. Así pues, una vez en manos de expertos en psicología y deshabituación tabáquica, hay que tener en cuenta en qué momento del cambio está la persona y qué distintos niveles de intervención se pueden llevar a cabo.
Teniendo en cuenta el estado de la persona y su nivel de implicación en el proceso, se siguen unos pasos de forma meticulosa para que el tratamiento sea eficaz y pueda realizarse en base a la motivación personal que tiene la persona para dejar de fumar:
- Averiguar por qué empezó a fumar.
- Aconsejar sobre el por qué es el momento de dejarlo.
- Apreciar su actitud ante la decisión de dejar de fumar, sea cual sea su nivel de motivación.
- Acordar qué tipo de seguimiento se puede llevar a cabo y acompañarle.
Es cierto que este tipo de tratamientos anti tabaco tienen una gran relevancia en las personas que quieren dejar de fumar, pues como se trata de un tratamiento psicológico, la persona se siente cada vez más motivada para alejarse de un hábito tan perjudicial.
Y una vez se ha estudiado a la persona fumadora, ¿cómo se procede? Éstas son algunas de las técnicas:
- La reducción gradual del tabaco: ir reduciendo poco a poco el consumo del mismo hasta dejarlo completamente. Se ha demostrado que dejarlo de forma brusca produce el síndrome de abstinencia y en la mayoría de los casos conlleva una recaída.
- Los autoregistros: el fumador apunta qué consumo hace del tabaco, con el número y la hora a la que se fuma cada cigarrillo, así como el por qué en ese momento tiene ganas de fumar.
- La modificación de pensamientos exagerados: durante el proceso de dejar de fumar es probable que la persona tenga pensamientos “exagerados”, como “no puedo aguantar más”, “necesito urgentemente un cigarrillo”, etc., el profesional ayuda a gestionar y canalizar este tipo de pensamientos y ver la realidad de la situación.
- Técnicas de relajación y respiración.
- Refuerzo positivo: felicitar a la persona por cada logro o meta para que sienta orgulloso de sí mismo.
Así es que una vez te pongas en manos de profesionales, sólo necesitas conocerte, saber en qué punto te encuentras para empezar a dejar de fumar. Confía y cree en ti, es un proceso complicado pero no imposible.
Y si necesitas ayuda de profesionales, desde el DKV Club Salud y Bienestar te ofrecemos la opción de acudir a especialistas que pueden acompañarte en el camino de dejar de fumar. Con ellos podrás establecer un plan con objetivos concretos para conseguirlo, siempre adaptado a tus necesidades y preferencias para que te sientas cómodo y puedas llegar a tu meta deseada.