Estrés y salud

En la reacción que provoca el estrés participan diferentes órganos y sistemas de nuestro organismo como el sistema endocrino, nervioso, cardiovascular y muscular. En sí no es malo, al contrario, un poco se considera necesario para mantener un grado de activación. Se convierte en un problema cuando se establece como una situación crónica y mantenida afectando a nuestra salud, rendimiento profesional o interacción social.
El estrés crónico provoca una serie de síntomas físicos como son el insomnio, irritabilidad, falta de concentración, cansancio, tensión muscular, cefalea y falta de apetito entre otros. Además, es bien conocida la influencia de la presencia de estrés en enfermedades crónicas, contribuyendo a su agudización y a su curso en forma de brotes, como por ejemplo, en enfermedades cutáneas (psoriasis), enfermedades digestivas (enfermedad de Crohn) o enfermedades cardiacas.
Aunque se tiende a pensar que está causado por nuestro entorno, en realidad, es el resultado de nuestra "mala" interacción e interpretación negativa hacia la situación o el estímulo que lo provoca. Por ello, para combatir el estrés se toman una serie de acciones sobre el individuo.
Algunos consejos para mejorar-prevenir el estrés
- Ejercicio físico, la actividad física permite liberar tensión, romper con situaciones de estrés y además siempre es beneficiosa para la salud. Es importante elegir un deporte que nos resulte placentero, sea cual sea, ya que sino se acaba abandonando.
- Marcar límites en el trabajo, organizar el tiempo de trabajo/ocio y racionalizar la jornada laboral.
- Buscar actividades placenteras que permiten renovarnos física y psíquicamente: un paseo, una cena, una sesión de baile, cualquier forma de desconexión ayudará a mejorar nuestro estado de ánimo y así nuestra menor percepción de estrés.
- Seguir una dieta y alimentación equilibrada y evitar alcohol, tabaco y drogas.
- Las técnicas de relajación son un arma muy poderosa para combatir el estrés, de entre ellas, la más conocida es el yoga.
- Anticiparse a situaciones potencialmente estresantes y prepararse para ello, anticipando e imaginando las opciones y las posibles respuestas.
- Cuidar y mantener las relaciones sociales. Realizar actividades con amigos, compartir las emociones y charlar con personas cercanas.
- En situaciones de estrés que no seamos capaces de gestionar buscar asesoramiento y ayuda profesional.
Equipo Médico Advance Medical