Las aguas termales cuidan tu cuerpo

Hay muchas dudas sobre que son las aguas termales o las aguas minero-medicinales, si son lo mismo o no, o que nos aportan a nuestra salud y bienestar.
¿Qué son las aguas termales?
Las aguas minero-medicinales son las que tienen propiedades terapéuticas por su composición físico-química. En cambio las aguas termales suelen ser minero-medicinales pero tienen la característica que el líquido ha pasado por varias capas subterráneas donde se han ido calentando y salen al exterior a una temperatura elevada. Esto no quiere decir que todas las aguas minero-medicinales sean termales, ya que puede haber algunas que sean frías.
Cierto es que ambas son utilizadas con fines terapéuticos y han sido declaradas de utilidad pública por sus propiedades beneficiosas para la salud. Estos beneficios dependen de la estructura molecular del agua, de la temperatura, de las sustancias minerales que tenga y de la presión con que surge. Y dependiendo de donde provengan pueden estar compuestas por diversos minerales como el hierro, el azufre, magnesio, cloro, calcio, sodio o bicarbonato.
Efectos en el cuerpo de las aguas termales
Un baño en unas aguas con estas características aporta muchos efectos positivos a nuestro cuerpo.
Al ser aguas termales aumentan la temperatura del cuerpo matando a gérmenes, virus y toxinas, aumenta la circulación sanguínea y la oxigenación. Esta oxigenación refuerza la alimentación de los tejidos aumentando el metabolismo y ayudando a la digestión. Por otro lado, también mejoran y estimulan el sistema inmune, regulan las funciones glandulares y ayudan a una relajación mental.
La piel también recibe propiedades muy beneficiosas, si tienes alguna enfermedad como la psoriasis, la dermatitis u hongos, tu piel mejorará visiblemente. Además las aguas termales ayudan al proceso de envejecimiento de la piel e incluso favorecen la curación de heridas.
Si tienes problemas de circulación o enfermedades respiratorias leves puede que te recomienden pasarte por unas termas, para obtener una ligera mejora.
Pero hay que tener en cuenta que si se pasa demasiado tiempo en las aguas termales también podemos tener reacciones no tan saludables como alguna bajada de tensión. Si experimentas sensación de cansancio o fatiga en los baños se recomienda salir de la zona para airearse. Además también se recomienda no ir a los baños justo después de levantarse, primero hay que desayunar, y activarse dando un paseo y después acceder a los baños.
Y en caso de estar embarazada hay unas restricciones que debes seguir para la salud de la madre y del bebé.