Rayos de sol: efectos sobre nuestra piel

En esta época del año en que los rayos de sol son más intensos que en otras, es necesario saber cómo cuidar nuestra piel y qué beneficios nos aporta. Aprende a aprovechar todo lo bueno de tomar el sol previniendo los daños colaterales, porque como dicen popularmente: la piel tiene memoria, y es cierto.
Rayos del sol: Importancia en el ser humano
El sol, como todos sabemos, es fundamental para la vida de este planeta tal y como la conocemos. Es más, durante los meses de invierno, al tener menos horas de sol, hay personas que se vuelven propensas a la depresión, conocida como trastorno afectivo estacional. ¿Quién no se alegra cuando hace un buen día de sol?
Con 15 minutos de sol cada día recibiremos suficiente vitamina D para fijar el calcio en los huesos. Pero recordad que si hay un exceso de luz en la piel puede causar algunos daños cutáneos; así que, para evitarlo, lo mejor que puedes hacer es no olvidarte de aplicarte un buen protector solar, evitar estar bajo el sol durante las horas de más intensidad, estar en la sombra, y utilizar gorros, sombreros o gafas de sol. Además recuerda refrescarte e hidratarte ya sea bebiendo agua o con cremas hidratantes.
Los efectos de los rayos de sol sobre la piel
Uno de los factores más importantes para saber cómo te afectarán los rayos de sol en la piel es la genética. El contenido pigmentoso que contenga nuestra piel afecta al nivel de protección que tiene cada uno a la luz solar. Por este motivo las personas con pieles más oscuras tienen menos riesgo de sufrir daños relacionados con el sol, aunque esto no quiere decir que no les pueda pasar nada.
Efectos beneficiosos de los rayos de sol
El sol en una cierta medida, y sin pasarnos, nos aporta muchos beneficios sobre nuestra salud. Nos activa la circulación, nos proporciona vitamina D que es buena para el calcio y el fósforo, y por tanto nos ayuda a fortalecer los huesos. Estar expuesto al astro rey es bueno para nuestro sistema inmunológico, y también influye sobre nuestro estado de ánimo equilibrando el sistema nervioso y combatiendo la depresión. Da energía y vitalidad, y mejora tu intimidad ya que estimula la producción de hormonas sexuales.
Y si nos protegemos correctamente podemos conseguir el tan deseado bronceado veraniego para demostrar que no hemos estado todas las vacaciones encerrados en la oficina. El color del bronceado aparece porque, al absorber los rayos de sol, el cuerpo produce melanina para protegerse del sol y eso provoca ese tono más bronceado en nuestra piel. Aunque esto no es suficiente para protegerte de los rayos ultravioletas, la crema protectora te la debes poner siempre.
Efectos perjudiciales del sol
Si no estamos alerta no nos protegemos de los rayos de sol podemos tener varios problemas cutáneos. La exposición a los rayos ultravioleta, a la larga, reduce la elasticidad de la piel, se hace más áspera, se arruga y se puede volver más fina. Una quemadura puede provocar un envejecimiento prematuro de la zona, o causar la aparición de manchas, alguna alergia o cáncer.
Los efectos dañinos en la piel son provocados por la radiación Ultravioleta. Hay 2 tipos, la radiación UVB que es la que broncea pero también es la encargada de las quemaduras; y la radiación UVA que es mucho más peligrosa ya que no duele pero penetra en la piel acelerando en envejecimiento, provocando intolerancia al sol y manchas. Si estos daños se repiten a menudo pueden acabar desarrollando algún cáncer de piel.
Las reglas para que nada de esto pase son fáciles: protegerte del sol. ¿Cómo? Primeramente usar crema protectora solar con un nivel adecuado para tu piel y aplicarla con frecuencia. Pero también debes evitar exponerte durante las horas de más intensidad y buscar la sombra. Si aun así ves alguna mancha en tu piel que no te da buena espina acude a tu dermatólogo de confianza para que lo mire todo bien y puedas estar tranquilo.
Si con todo esto aun no estás convencido de que conseguirás no quemarte también puedes reforzar tu piel alimentándote correctamente con frutas y vegetales que ayudan a la protección solar de la piel.