Salud emocional: aprende a mejorarla

- ¿Qué es la salud emocional?
- Las claves de la salud emocional
- El estilo de vida influye en la salud emocional
- Cuidarse para mejorar la salud emocional
La salud emocional, muy relevante para tener una buena salud física, se refiere al bienestar psicológico general, a cómo nos sentimos con nosotros mismos, la calidad de nuestras relaciones y la capacidad para gestionar las propias emociones y afrontar las dificultades. Una buena salud emocional es mucho más que estar libre de la depresión, ansiedad u otros problemas psicológicos. En este post te contamos cuáles son las pautas para disfrutar de una buena salud emocional.
¿Qué es la salud emocional?
La salud emocional es el equilibrio entre la emocionalidad positiva y la negativa. Ambas tienen una influencia similar en el estado emocional de la persona, y es el balance entre ambas lo que determina que la persona disfrute de un bienestar emocional.
Esto no significa sentirse siempre bien. En realidad, sentirse siempre bien podría llegar a ser síntoma de trastorno psicológico, pues lo normal es que la exposición a las emociones negativas que nos depara la vida nos genere emociones negativas. Por lo tanto, aspirar a un estado de felicidad contínua no es un objetivo realista.
Las claves de la salud emocional
Estos son los aspectos básicos para tener una buena salud emocional:
Saber gestionar la ansiedad
La ansiedad es una de las causas de malestar emocional más habituales y recurrentes, por lo que es fundamental aprender a manejarla. Sus síntomas son tanto psicológicos como físicos. Entre estos últimos se encuentran:
- tensión muscular
- temblores
- sudores fríos
- sensación de mareo
- aumento del ritmo cardíaco.
Entre los síntomas psicológicos destacan la rumiación psicológica y los pensamientos catastrofistas.
Gestionar la ansiedad no significa hacer que desaparezca para siempre, sino conseguir no llegar a niveles excesivos por estímulos que no lo merecen. Se trata de centrarse en tareas que ayuden a solucionar aquello que provoca la ansiedad.
Saber llevar las situaciones de bajo estado de ánimo
Se entienden por “bajo estado de ánimo” emociones y sentimientos como la melancolía, la tristeza, la apatía y la culpa, fenómenos psicológicos que no resultan agradables pero que no nos ponen en “estado de alerta”, como sí hace la ansiedad.
Este tipo de emociones, en cambio, tienen el efecto contrario; nos desactivan. Hacen que nuestra atención se centre en nuestros pensamientos, que fluyen más lentamente.
Ante estas situaciones, lo más importante es no intentar que estas emociones desaparezcan, sino permitir que maduren y darles salida. Es fundamental saber canalizarlas y no permitir que nos lleven a un estado pasivo y contemplativo de lo que nos provoca ese sufrimiento.
Saber identificar emociones y sentimientos
En relación con los puntos anteriores, la capacidad de identificar las emociones y sentimientos, sin confundirlos, es una de las capacidades psicológicas más determinantes, pues permite una gestión adecuada de los mismos.
Saber automotivarse y buscar incentivos
Es fundamental encontrar motivos para mantenerse en marcha, emocionalmente hablando. Si no hay objetivos, se instala la apatía y la falta de significado vital, lo que lleva al malestar. Esta es la razón por la que es tan importante encontrar actividades que nos apetezcan e ilusionen.
El estilo de vida influye en la salud emocional
El estilo de vida ejerce una gran influencia en la salud emocional de las personas, por lo que un aspecto fundamental para disfrutar del bienestar emocional es tener un estilo de vida que la propicie. Para ello, puedes seguir una serie de consejos:
- Descansa lo suficiente. Para disfrutar de una buena salud mental y emocional, es importante cuidar de tu cuerpo, lo que incluye dormir lo suficiente. La mayoría de las personas necesitan entre siete y ocho horas de sueño cada noche para funcionar de manera óptima.
- Cuida tu alimentación. Cuanto más aprendas sobre lo que comes y cómo afecta a tu energía y estado de ánimo, mejor te sentirás. Los buenos hábitos alimenticios son muy aconsejables para prevenir el estrés.
- Haz ejercicio. El ejercicio es un poderoso antídoto contra el estrés y la ansiedad. Añade pequeñas actividades a tu día, como subir las escaleras en lugar de coger el ascensor o pasear. Para una buena salud física y mental, haz al menos 30 minutos de ejercicio diario. Con ello liberarás endorfinas, sustancias químicas que te dan energía y elevan el estado de ánimo.
- Limita el alcohol, evita el tabaco y otras drogas. Son estimulantes que te hacen sentir bien en el corto plazo, pero a largo plazo tienen consecuencias negativas para tu salud física y emocional.
Si te preguntas “¿cómo puedo ayudar a una persona con ansiedad?”, debes tener en cuenta que es importante hacerlo desde una posición respetuosa. ¡Aquí te damos algunos consejos!

Cuidarse para mejorar la salud emocional
Una de las claves para mantener y fortalecer tu salud emocional es prestar atención a tus propias necesidades y sentimientos. No dejes que el estrés y la negatividad se acumulen. Trata de mantener un equilibrio entre tus responsabilidades diarias y las cosas que te gustan. Si cuidas de ti, tu preparación ante los desafíos será mayor. Cuidar de ti implica:
- Desarrollar la auto-disciplina. El auto-control puede ayudarte en momentos de intranquilidad, para disipar los pensamientos negativos.
- Aprender o descubrir cosas nuevas. Fórmate en aquello que te interese. Lee, visita un museo, aprende un nuevo idioma o simplemente viaja a un lugar nuevo.
- Disfrutar de la belleza de la naturaleza o del arte. Diversos estudios demuestran que un simple paseo por un jardín puede reducir la presión arterial y reducir el estrés.
- Hacer cosas por el bien de los demás. Ser útil a los demás y que te valoren por lo que haces te ayudará a construir una autoestima sana.
- Rodéate de personas positivas y confiables y cuida tus relaciones. Los seres humanos somos seres sociales y, en consecuencia, necesitamos relacionarnos y establecer vínculos positivos con los demás. Cuando necesitamos apoyo de los demás deseamos que nos escuchen y sentir que nos comprenden. Por todo ello, es importante contar con personas con las que poder hablar en confianza.
Cada persona es diferente. No todo el mundo se siente bien haciendo las mismas cosas. Hay quien se siente mejor relajándose y ralentizando sus movimientos, mientras que otras personas necesitan más actividad o estimulación para sentirse mejor. Lo importante es encontrar actividades que te gusten y que te ayuden a motivarte.
Este contenido es parte de la “Guía sobre bienestar emocional en las organizaciones”, elaborado por DKV Seguros y Fundación Salud y Persona.
La salud emocional debe cuidarse al igual que se cuida la salud física. Por ello, en nuestro blog, contamos con contenidos que tratan de desarrollar diferentes aspectos interesantes sobre este tema:
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