Vista sana

27 Sep 2012
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El órgano de la visión es uno de los sentidos que más contribuyen al mantenimiento de la calidad de vida en las personas, por lo que las revisiones periódicas y los hábitos correctos serán cruciales para mantener su adecuada función. La vista es quizás el sentido que más nos conecta con nuestro entorno y uno de los que más utilizamos en el día a día para nuestras tareas cotidianas (al leer, escribir, ver la televisión, trabajar con ordenador?). Es por ello que en todas nuestras actividades diarias debemos prestarle atención, algo que vale la pena tener en cuenta con motivo del Día Mundial de la Visión que se celebra el 11 de octubre.

Al realizar cualquier actividad que comporte la lectura o escritura (sobre papel o mirando pantallas electrónicas) es fundamental mantener períodos de descanso ocular al menos cinco o diez minutos cada hora, mirando objetos a distintas distancias para relajar los músculos de la acomodación, que de otro modo quedan durante excesivo tiempo contraídos para acomodar la visión a una distancia fija. Tampoco debe olvidarse la importancia del parpadeo para humedecer la superficie de la córnea, así como la correcta iluminación de la sala evitando los reflejos y el exceso de luz o su insuficiencia.
Se recomienda mantener distancias y posiciones correctas al realizar cada una de estas actividades para retrasar o evitar la fatiga y otras molestias oculares que sobrevienen con el cansancio o los malos hábitos al utilizar el sentido de la vista.
Así, se recomienda que la distancia mínima de lectura sea de 25 cm si se debe realizar un trabajo de precisión, y para la lectura y la escritura la distancia mínima de los ojos al texto debería ser aproximadamente la misma distancia que hay desde el codo hasta el extremo del primer dedo de la mano (distancia de Harmon).

Es muy frecuente la aparición del llamado "Síndrome de Fatiga Visual" con el uso de ordenadores, tabletas y teléfonos móviles; se caracteriza por una serie de signos y síntomas tales como ardor, irritación, visión borrosa y se puede observar enrojecimiento, lagrimeo y disminución de la agudeza visual.
En el caso de usar pantallas electrónicas debe ajustarse el tamaño de la letra, calibrar correctamente el brillo de la pantalla y su contraste, y procurar aumentar la velocidad de refresco de pantalla (al menos 70Hz), mantener la posición del monitor a una distancia apropiada y con el cuerpo en una posición ergonómica y correcta (a unos 60 cm de distancia y con su margen superior por debajo del nivel de los ojos; tabletas y portátiles, al menos a unos 35 cm de los ojos).
Algunos ejercicios de relajación ocular que se pueden realizar durante las horas de mayor exigencia pueden ser: realización de 10 parpadeos completos (cerrar, abrir, cerrar,...), posteriormente mirar un dedo y seguirlo sin mover la cabeza moviéndolo arriba y abajo, horizontalmente y dibujando círculos. Tras ello, se puede realizar cinco veces una serie de contracciones máximas de los párpados, apretando los ojos y todos los músculos de la cara, y tras ello abrir al máximo los ojos y estirar la cara abriendo la boca. Para finalizar, realizar varios parpadeos rápidos durante unos segundos. Estos ejercicios relajarán y tonificarán todos los músculos relacionados con la visión, haciendo la actividad menos estresante para nuestra vista.

Evidentemente, en todos los casos en que se precisen lentes de corrección éstas deben ser usadas conforme a la prescripción del especialista, mantenidas con los cristales limpios y en condiciones de buena utilización.
El cuidado de las lentillas de contacto merece un punto y aparte, ya que al estar en contacto directo con los ojos la higiene, el cuidado y la utilización debe ser hecha con todas las garantías para evitar infecciones, lesiones y molestias.

La visita periódica al especialista deberá hacerse en todos los casos, aun sin tener molestias, puesto que muchas enfermedades crónicas de los ojos sobrevienen sin clínica aparente durante mucho tiempo, y en el momento de ser detectadas clínicamente la solución es difícil o imposible. Por ello, es de extrema importancia acudir al especialista de manera periódica, generalmente con una vez al año suele ser suficiente. Como en cualquier tema de medicina preventiva, la correcta alimentación con la ingestión suficiente de todos los nutrientes y vitaminas contribuirán al mantenimiento de la salud, incluida la salud ocular y visual.

Dra. Elisabeth Herrero - Dr. Jordi Esquirol - Especialistas en Medicina Familiar y Preventiva - Médicos Colaboradores de Advance Medical

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