Tapón de cera en los oídos
El verano suele ser la época en que los oídos sufren un poco más de lo normal. Poner la cabeza debajo del agua, ya sea en la piscina o en la playa, el exceso de ruidos, la humedad o la presión de las cabinas de los aviones… son algunos de los motivos que pueden causarte alguna molestia en los oídos.
Dolor de oído y otras molestias auditivas
Estas molestias más comunes suelen ser:
- Un sencillo dolor de oído que puede ser peor de lo que parece. El dolor puede proceder de la garganta, también darse por acumulación de cera en el oído o por cambios de presión como los del los aviones.
- Una otitis, es decir, una infección de oído. Es bastante común, ya que se produce al inflamarse y suele ocurrir durante la primavera y en los niños.
- Acúfenos. Es de las patologías más incómodas ya que el oído percibe zumbidos sin ninguna fuente externa que los cause. De hecho, son causados por infecciones, tapones de cera o por alguna lesión auditiva.
- Los vértigos son alteraciones que producen una pérdida del equilibrio, dando la sensación que todo se mueve a tu alrededor. Suelen durar entre unas horas, pero pueden llegar a durar días, y en la mayoría de los casos son causados por problemas auditivos.
- Aerotitus, es el nombre que se le da a los dolores de oído que son causados por los cambios de presión en el aire de dentro de las cabinas de los aviones. Estos tienen una rápida solución, con el simple hecho de abrir la boca, tragar saliva o agua, bostezar, o mascar chicle se puede evitar.
Tapón de cera en los oídos
Los tapones en los oídos se dan cuando acumulas un exceso de cerumen por una higiene incorrecta, provocando un bloqueo en el conducto auditivo. Esto suele pasar cuando tienes alterado el proceso natural de limpieza del oído o si no te acostumbras a limpiar a menudo el interior de las orejas, pero es importante saber que no se debe hacer con los bastoncillos, ya que pueden ayudar a acumular aún más cerumen.
Los síntomas de tener tapones en los oídos son los siguientes:
- La pérdida auditiva; es la manera más fácil de darse cuenta de que tienes un tapón de cera. De golpe notarás que dejas de escuchar en la oreja que tienes el tapón.
- Tener autofonía, que consiste en escuchar tu propia voz al hablar.
- Escuchar el sonido de tus mandíbulas al masticar mientras comes.
- Dolor de oídos, pero en verdad es en el canal auditivo.
- En algunos casos pueden aparecer zumbidos y algunos mareos.
- Tener una sensación constante de tener el oído lleno.
Si te pasa alguno de estos síntomas debes ir al médico especialista para te haga una otoscopia y averigüe que te está pasando, ver si hay alguna perforación y en caso de ser un tapón te lo pueda sacar. Lo hacen con la irrigación, es decir, introducir agua templada en el interior del oído para reblandecer la cera y que acabe saliendo al exterior.
Todas estas molestias deberían desaparecer una vez te han extraído el tapón, pero hay que tener en cuenta que se deben hacer revisiones de salud de los oídos porque puede ser que el tapón haya sido provocado por alguna afección o dolencia del canal auditivo.
Hay que tener en cuenta que eliminar por completo la cera que hay en los oídos no es del todo bueno porque tiene una función muy importante. Actúa como antibacteriano, lubricante natural, evitando la sequedad y el picor, y también sirve para limpiar la suciedad actuando como una barrera contra los cuerpos extraños como el polvo. Por tanto, lo que se debe eliminar es la acumulación de cera y no toda la que tenemos.