Enfermedad de la bofetada, ¿qué es?
La enfermedad de la bofetada es también conocida como la quinta enfermedad, megaloeritema o eritema infeccioso. Es una enfermedad de la infancia ocasionada por un virus llamado parvovirus B19, que resulta común en niños entre 5 y 15 años y que se caracteriza por la aparición de un sarpullido rojo en el rostro muy característico. Realmente parece que al niño le “abofetearon las mejillas” y es por esto por lo que se llama, popularmente, “enfermedad de la bofetada”. Tras este inicio tan llamativo, el sarpullido se extiende por el tronco y las extremidades.
- Síntomas de la enfermedad de la bofetada
- Complicaciones del eritema infeccioso
- Tratamiento de la quinta enfermedad
En la mayoría de casos, la enfermedad de la bofetada cura rápidamente y sin repercusiones para el niño. Los brotes más frecuentes se producen al final del invierno y en primavera.
Síntomas de la enfermedad de la bofetada
El inicio de la enfermedad de la bofetada es similar a la mayoría de enfermedades víricas como el molusco contagioso. El niño presenta malestar, cefalea, síntomas leves de resfriado (congestión, dolor de garganta o goteo nasal) y fiebre. Estos síntomas desaparecen y, unos días más tarde, aparece el sarpullido. Como hemos comentado, empieza por las mejillas y, a continuación, se extiende por el resto del cuerpo. Es importante saber que las manchitas rosadas no aparecen ni en las palmas de las manos ni en las plantas de los pies. A medida que el centro de las manchas comienza a aclararse, el sarpullido toma el aspecto del encaje. Puede causar un leve picor o prurito, pero el estado general del niño es bueno. El sol, el calor o el ejercicio físico pueden reactivar el sarpullido. La resolución de las lesiones cutáneas provocadas por la enfermedad de la bofetada se demora entre una a tres semanas.
El contagio de la enfermedad de la bofetada se transmite de persona a persona a través de la saliva al toser. Este se produce antes de la aparición del sarpullido, es decir, que es contagiosa durante el periodo de incubación (de 4 a 28 días antes de aparecer cualquier síntoma) o bien durante la fase de los síntomas respiratorios leves. Cuando los niños tienen el sarpullido, ya no son contagiosos.
Complicaciones del eritema infeccioso
Varias son las complicaciones que se pueden dar en los niños que tienen la enfermedad de la bofetada:
- En algunos casos aislados, la aparición de adenopatías (ganglios inflamados) o inflamación de las articulaciones puede complicar la situación.
- Algunos niños con el sistema inmunitario débil (SIDA o leucemia) o con ciertas enfermedades, como la anemia falciforme o anemia hemolítica, pueden presentar un curso más grave de la enfermedad de la bofetada.
- Este virus puede hacer más lenta o detener la producción de glóbulos rojos que transportan oxígeno, lo cual provoca anemia. En los niños sanos, esta disminución apenas se detecta y se recuperan rápidamente.
- La infección por parvovirus B19 durante el embarazo puede provocar problemas en el bebé, y llegar a desarrollar anemia grave.
- Menos del 5% de las mujeres que se contagian durante el embarazo tienen problemas graves.
Tratamiento de la quinta enfermedad
No hay tratamiento específico porque es una enfermedad ocasionada por un virus. Los antibióticos, por tanto, no tienen ninguna utilidad en este caso. El pediatra lo que puede hacer es pautar medicinas para controlar la fiebre, el malestar y el picor. Tampoco existe vacuna dentro del calendario de vacunas infantiles para prevenirla.
Dra. Esther Martínez - Especialista en Pediatría - Médico colaborador de Advance Medical
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