Masturdating o cómo subir la autoestima
Vivimos en una época donde se pone nombre a todo, se etiqueta o se le atribuye una marca que crea tendencia. En esta línea, lo que antes se conocía como “no hacer nada” ahora se populariza bajo la práctica del nesting y lo mismo sucede con el término que os presentamos aquí: masturdating, una práctica relacionada con el amor hacia uno mismo y con la autoestima. No aporta conocimientos nuevos, pero reúne una filosofía bajo un solo nombre que, aunque pueda parecer que guarda relación con la sexualidad, nada tiene que ver con su significado y responde más a cómo subir la autoestima estando con uno mismo.
¿En qué consiste el masturdating?
El masturdating consiste en lo siguiente:
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Dedicar tiempo a estar con uno mismo
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Buscar espacios de soledad y disfrutarla
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Conocer quiénes somos y descubrirnos
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Tener momentos para quererse y cuidarse
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Sentir la necesidad de ser “uno mismo”
Estas propuestas corresponden a diferentes ejemplos para poner en práctica el masturdating y, como resulta fácil de deducir, tienen el denominador común de practicarse en soledad. El masturdating es una tendencia que se encuentra más extendida entre las personas solteras y que en este caso consiste en fomentar el amor hacia uno mismo y quererse por encima de todo, sin distracciones ni preferencias, sino teniendo en cuenta que nuestra propia compañía es la mejor de las compañías y que felicidad y soledad no tienen por qué estar reñidos.
Una dosis de soledad deseada
Existe una creencia limitante muy extendida entre la sociedad, según la cual la felicidad va de la mano de tener pareja, y no es cierto. La soledad se vive por norma general con una connotación negativa o de rechazo que conlleva una estigmatización de las etapas de la vida en las cuales nos encontramos solos y sin pareja.
Contraponiéndose al dicho “más vale solo que mal acompañado”, el masturdating atiende a la creencia de que podemos disfrutar y sacar mucho partido a esas etapas de soledad que, impuesta o deseada, nos brindan la oportunidad de:
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Hacer aquella tarea que siempre quisimos hacer y postergamos
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Dedicarse una mañana a nuestra afición favorita sin compañía como puede ser la meditación o el ejercicio.
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Ver una película que queramos sin que nadie se oponga o la desestime.
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Prepararnos una comida especial sin consensuarlo con nadie.
Como decía L.Vygotski (psicólogo ruso), somos seres sociales que necesitamos cubrir necesidades sociales como tales, relacionarnos y establecer vínculos sanos. Pero también necesitamos nuestro espacio y aunque pueda parecer dificultoso, debemos aprender también a estar solos sin que esto suponga un sufrimiento o nos genere un malestar significativo. Al contrario, una oportunidad para el silencio, la calma y la claridad mental.
Por tanto, la práctica del masturdating deberían llevarla a cabo tanto solteros como no solteros, ya que no hay que olvidar que tener momentos de soledad es sinónimo de salud mental por todos los beneficios que nos comporta. Además, no debemos preocuparnos porque nos den ilusiones ópticas del síndrome de Alicia en el país de las maravillas. La soledad nos brindará la oportunidad de encontrar momentos para escuchar y estar atentos a nuestro mundo interior, para experimentar la libertad en estado puro y para mantener nuestra identidad y nuestro verdadero yo.