Menú sin proteína animal, ¿cómo prepararlo?
La sociedad evoluciona y surge la inquietud por buscar una alimentación lo más óptima posible para envejecer con la mejor calidad de vida. Comer menos proteína animal es una de las tendencias alimentarias actuales.
Menú sin proteína animal, ¿por qué?
La preocupación por la salud y el medio ambiente influyen en gran medida sobre las nuevas tendencias de alimentación. Las crisis alimentarias de los últimos años también han contribuido en los cambios, pues muchas están relacionadas con el sector cárnico, como la gripe aviar, las dioxinas en el pollo, la peste porcina o las vacas locas; otras con los productos pesqueros, como la presencia de contaminantes, como metales pesados o hidrocarburos aromáticos polinucleados causadas por la contaminación de vertidos a los mares y océanos. Y son muchas las personas que contemplan la opción vegetariana o al menos disminuir el consumo de alimentos de origen animal en su dieta habitual siguiendo un menú sin proteína animal. Pero para ello, debemos ponernos en manos de especialistas en nutrición.
Combinar la proteína animal
Si se quiere descansar, al menos un día por semana de la proteína animal, disponemos de combinaciones de alimentos vegetales que van a cubrir nuestras necesidades proteicas diarias. Las proteínas de nuestro organismo están en constante renovación y degradación, y necesitamos aportar nuevas a través de la dieta que contengan aminoácidos esenciales para compensar estas pérdidas. Las de origen animal, presentes en la carne, pescado, huevos y lácteos, son de alto valor biológico, y eso significa que contienen todos los aminoácidos esenciales y en proporciones apropiadas para el mantenimiento de la proteína corporal. Las proteínas de alimentos vegetales son incompletas o de bajo valor biológico, pues son deficitarias en alguno de estos aminoácidos, y suelen variar dependiendo del alimento. Por ejemplo, las legumbres, pese a tener un elevado contenido proteico (19-24%), son deficitarias en dos aminoácidos, la cisteína y la metionina, mientras que los cereales lo son en lisina. Para garantizar la presencia en cantidades apropiadas de estos aminoácidos esenciales, se recomienda combinar diferentes fuentes vegetales (legumbres, cereales, frutos secos y semillas). Por tanto, si queremos prescindir un día de la proteína animal, hay que tener en cuenta la presencia de todos estos alimentos vegetales a lo largo del día.
Menú sin proteína animal, a base de proteína vegetal
A continuación, un modelo de dieta para un día a base de proteína de origen vegetal:
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Desayuno: Bebida de soja con mueslï casero (copos de avena y de trigo, avellanas, nueces, semillas y fruta deshidratada).
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Media mañana: Pan tostado con aguacate y tomate, y una fruta fresca.
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Comida: Garbanzos con quinua al curri y macedonia de frutas.
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Merienda: Batido con bebida de avena (sin azúcar añadido) con fruta y almendras (por ejemplo, batido de avena con fresas y almendras).
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Cena: Berenjena rellena de soja texturizada (concentrado de proteína que se obtiene de la soja) con verduras y pan con humus.