Mejorar la calidad de vida de personas con discapacidad
La discapacidad física incluye todas aquellas circunstancias y condiciones bajo las cuales las personas que las presentan tienen impedida total o parcialmente su plena participación de manera efectiva en la sociedad y en igualdad de condiciones con los demás. Así, según la ONU (Organización de las Naciones Unidas), las personas con discapacidad son aquellas que padecen una o más discapacidades.
Superando la dificultad
Las discapacidades dificultan la participación en las actividades cotidianas normales a las personas que las presentan, impidiendo su realización o bien obligándolas a utilizar habilidades adicionales o adaptaciones específicas para superar la función impedida (tecnología para asistir a la función). Las discapacidades físicas incluyen las pérdidas totales o parciales en los órganos de los sentidos o en la movilidad de la persona. Así, la pérdida visual, la pérdida auditiva o las dificultades para la movilidad de uno o más miembros suelen ser las discapacidades físicas más presentes en nuestra sociedad.
La discapacidad no se considera enfermedad, sino dificultad para realizar una función, que generalmente no presentan las personas sin discapacidad: algunas nacen con la discapacidad, otras adquieren la discapacidad por causa de una enfermedad o un accidente, mientras que otras desarrollan discapacidades a lo largo de la vida, al envejecer. Lo cierto es que casi todas las personas van a presentar una discapacidad en un período u otro de su vida.
Una cuestión social
La discapacidad no es un problema individual, sino que se considera que es la reacción a las barreras que la sociedad levanta ante las personas que no poseen las mismas habilidades que la mayoría. En las sociedades de nuestro entorno se considera prioritario enfocar la discapacidad como una cuestión social a resolver por el común de la sociedad, para respetar y mantener los derechos de las personas con discapacidad a llevar una vida digna, de calidad y perfectamente adaptada a su entorno. Es por ello que se considera la adaptación a la discapacidad una responsabilidad social de la comunidad.
Muchas personas con discapacidades han sido capaces de desarrollar habilidades suficientes como para poder compensar la pérdida en sus funciones, y ello les permite poseer una calidad de vida parecida a las personas sin aquella discapacidad. Estas habilidades y adaptaciones pueden formar parte de un desarrollo sensorial o motor distinto o superior a las personas sin discapacidad, o a la habilidad en el uso de ayudas externas (mecánicas o de otro tipo).
Cómo se trata la discapacidad
El tratamiento de la discapacidad se realiza de manera individualizada por profesionales de la salud y profesionales de la asistencia social, e incluye:
Los profesionales de la salud procurarán el tratamiento de las enfermedades que ocasionan discapacidad y realizarán acciones encaminadas a paliar o rehabilitar la función perdida, si es posible, al estado de total recuperación. El desarrollo de la medicina, la fisioterapia, la rehabilitación y la terapia ocupacional, entre otras disciplinas, permite a muchas personas con discapacidad recuperar o suplir la capacidad perdida o inexistente, permitiéndoles desarrollar una vida con menores dificultades, aumentando su calidad de vida.
El avance en los tratamientos químicos, la nanotecnología, los instrumentos físicos para la rehabilitación y el tratamiento que incluyen la intervención de plataformas de juegos terapéuticos en el propio domicilio de la persona están dando un gran avance en el manejo de las discapacidades de un modo integral, multidisciplinar e individualizado.
Eliminar obstáculos en el domicilio o en el entorno social, para que las personas puedan realizar una vida sin dificultades. Las adaptaciones de los domicilios y de los espacios públicos es una responsabilidad social y en la actualidad permite que las personas con discapacidades puedan mantener una satisfactoria adaptación a la sociedad. Adicionalmente, se ha comprobado que las adaptaciones de los espacios públicos a las personas con discapacidad, también mejoran la calidad de vida y facilitan el desarrollo social a las personas sin discapacidades, aumentando la comodidad y las facilidades a la vida social.
El diseño, desarrollo y fabricación de ayudas a la discapacidad específicas para cada persona puede contribuir a que puedan llevar a cabo una vida adaptada a su entorno. La participación de la ingeniería, la electrónica, la informática, etc., en la fabricación de ayudas a la discapacidad ha permitido un gran desarrollo de estos dispositivos, permitiendo la readaptación a la sociedad de muchas de las discapacidades que se presentan. Así, desde los más simples bastones para la ayuda a la deambulación a las sillas de ruedas eléctricas, ordenadores para facilitar la comunicación oral o los miembros biónicos, el abanico de posibilidades técnicas para las personas con discapacidad no para de ampliarse.
Las ayudas y adaptaciones sociales, sanitarias y tecnológicas son capaces de facilitar a las personas con discapacidad el desarrollo de una vida plena y de calidad.
Qué podemos hacer para ayudar a mejorar la calidad de vida de las personas con discapacidad
Las personas con discapacidad han de disfrutar de sus derechos y un buen bienestar en todos los ámbitos de la sociedad, lo recordamos en el Día Internacional de las Personas con Discapacidad
Este año el lema para la campaña en el Día Internacional de las Personas con Discapacidad es: “Un día para todos”, enseñando que la discapacidad como tal forma parte de la condición humana, teniendo en cuenta que todos en algún momento podemos experimentar una capacidad temporal o permanente. El problema recae en que la sociedad, a nivel general, no está preparada.
Las personas con discapacidad suelen tener más dificultades en su día a día, en aspectos básicos como el acceso al mundo laboral, a la educación y suele haber barreras económicas por medio.
Teniendo en cuenta que la sociedad entera no depende de nosotros mismos, como ciudadanos tenemos otros recursos en nuestra mano para poder colaborar en que la integración de personas con discapacidad sea cada vez más completa.
Podemos aportar nuestro granito de arena con nuestra actitud ante la discapacidad:
- Presta tu ayuda solo cuando sea necesario y una acción positiva, evita la sobreprotección y colabora en que la persona se sienta válida por sí misma si es posible.
- La naturalidad es la clave, evitar comportamientos o frases que hagan que la persona se sienta diferente.
- Escúchales y pídeles opinión. Tener una discapacidad no hace las opiniones y comentarios más o menos válidos.
- Hazle partícipe de aquello que estés haciendo, pintar una pared, jugar en el parque, dar un paseo, bailar…
- Disfruta de su compañía y no sientas que estás “cuidando” a nadie. Comparte tu tiempo con ellos o ellas y disfruta de cada momento.
Este tipo de actitudes se aplican tanto para familiares con discapacidad, compañeros de trabajo, amigos… Sé tú mismo y ayuda a que ellos y ellas se sientan válidos por ellos mismos, que se sientan incluidos en tu día a día sin diferencias.
En DKV Club Salud y Bienestar queremos colaborar en ofrecer los mejores servicios adaptados a personas con discapacidad para que puedas disfrutar de la mayor calidad de vida posible.
Hablamos de servicios de ayuda y acompañamiento en casos de dependencia, servicios psicológicos para mejorar tu bienestar, nuevas tecnologías que pueden mejorar tu calidad de vida… Y en otros casos, si la discapacidad no te impide realizar tu vida solo o sola, cuentas con muchos servicios adaptados a ti. Recuerda, el límite lo pones tú.