Atracones de comida sana, ¿son posibles?
Si pensamos en un gran banquete, con mucha comida y donde podemos comer en exceso de forma fácil, seguro que nos viene a la cabeza que el tipo de alimentos que nos deleite el paladar en ese momento no serán del todo saludables. Y si pensamos en un episodio de atracón, también es más probable que lo asociemos al consumo de alimentos superfluos y poco sanos: chocolate, dulces, pasteles, patatas fritas, snacks, etc... Pero lo cierto es que una ingesta excesiva entendida como un episodio de atracón, no siempre lleva implícito el consumo de alimentos insanos. La realidad apunta a que los atracones también puede ser atracones de comida sana y de consumo diario recomendado, tales como el pan, el arroz… y ¡hasta la fruta!
¿Qué es un atracón?
Para ir entrando en materia y conocer mejor cómo se puede dar una situación de atracón de comida sana, empezaremos aclarando lo más elemental: ¿qué se entiende por atracón?
Cuando hablamos de atracón nos referimos, según la Asociación Americana de Psicología (APA) a la siguiente definición teórica: la ingesta compulsiva y excesiva de comida en un espacio muy corto de tiempo, hasta sentirse desagradablemente lleno, acompañada de sensación de descontrol y sentimiento de culpabilidad (APA, 2013).
El término atracón se considera un síntoma, alteración o dificultad que se engloba como un criterio diagnóstico correspondiente a un tipo de trastorno alimentario, categorizado bajo el nombre de “trastorno de atracones”.
Pero aquí no pretendemos conocer más a fondo esta enfermedad si no que tan sólo queremos profundizar en lo que se conoce como propiamente la dificultad del comportamiento del atracón y cómo éste puede ser igual de preocupante o significativo, aunque sea de comida sana.
Atracón sí y atracón no
La palabra atracón, como ya hemos visto en su propia definición, se relaciona con una ingesta compulsiva y a su vez también con la adicción a la comida, una situación cada vez más en boca de expertos en la materia y que no deja lugar a gran controversia entre los múltiples autores que debaten en torno a este tema.
Si pensamos en adicción a la comida, los alimentos que hoy en día se consideran más adictivos o con alta palatabilidad y, por tanto, capaces de crear y generar el componente adictivo son de tres tipos de categorías:
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Alimentos ricos en sodio.
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Alimentos ricos en grasas artificiales o industriales.
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Alimentos ricos en azúcares refinados.
A partir de aquí, podemos pensar que puede resultar mucho más probable sucumbir ante este tipo de alimentos que no ante otros más saludables que no contengan ni grasas ni azúcares. Aun así, llegar a una situación de atracón a base de alimentos saludables también es un hecho que puede suceder y que no por ello conviene que pase desapercibido.
¿La ingesta excesiva de alimentos saludables es posible?
La respuesta es SÍ rotundo, ya que lo que determina que se considere un episodio de atracón no es en el alimento consumido en sí, sino cualquier ingesta que se dé en cantidades exageradas y acompañadas de descontrol. Pongamos como ejemplo que una persona se da un atracón de 1 kg de fresas en menos de 10 minutos (o en un espacio breve de tiempo) y que siente que no es capaz de controlar (por tanto, su comportamiento es impulsivo) acompañado de malestar y culpabilidad. ¿Es un atracón? En este caso, se trata de una ingesta compulsiva de fresa, una fruta rica en vitamina C y se considera un alimento saludable de consumo diario, pero, a pesar de serlo, estamos frente a un episodio de un atracón.
Los atracones de comida sana también son una dificultad
Quizás uno de los errores más comunes que reside sobre todo a nivel social es que si una persona consume de forma adictiva o compulsiva alimentos saludables, por el hecho de que son saludables, no debemos alarmarnos y plantearnos que estamos frente a una dificultad psicológica o emocional que requiere por tanto atención y abordaje psicológico como tal.
Pero lo cierto es que los atracones de comida sana pueden “esconder” las mismas (o incluso más) dificultades que aquellas personas que consumen alimentos poco saludables. Si bien es cierto que el consumo excesivo de bollería industrial no va a provocar las mismas consecuencias en la salud física que el consumo excesivo de verdura, no debemos olvidar que, si se da en un contexto de episodio de atracón, detrás puede haber igualmente dificultades que se alejan de un comportamiento alimentario equilibrado y funcional, y por tanto, merecen un seguimiento igual de necesario.
En este punto, y para acabar, conviene tener presente que es el psicólogo especialista en este tipo de dificultades relacionadas con la comida, la persona indicada para ayudar a superar este tipo de alteraciones, aunque se trate de atracones de comida sana.