Aumento del cibersexo durante el confinamiento
En un mundo que cada vez valora más la inmediatez, ¿es posible el sexo de calidad a golpe de clic? Hoy hablamos del cibersexo y el aumento durante el confinamiento.
- ¿Qué es el cibersexo?
- Ventajas del cibersexo
- Inconvenientes
- ¿Cómo practicar cibersexo de forma segura?
- Protege tu intimidad
- ¿El futuro?
¿Qué es el cibersexo?
El cibersexo es una forma de mantener relaciones sexuales virtuales y a tiempo real, a través de internet. Puede realizarse entre personas que ya mantienen una relación o entre perfectos desconocidos, dada la amplia oferta de sitios web y aplicaciones móviles, por lo que el nivel de compromiso de los participantes es muy variable.
Los formatos más habituales para tener sexo online son —según orden de uso— texto escrito, imágenes, audios y, por último, vídeos. El cibersexo es un concepto amplio, que incluye prácticas diversas, sin embargo, suele utilizarse para definir más específicamente las que implican el uso de video en directo. Hablamos de sexting cuando el contenido sexual se realiza a través de texto o imágenes, y es la forma de sexo online más común. Recordemos que sexting es la contracción en inglés de sex y texting (enviar mensajes de texto). Así pues, mientras que el sexting pretende excitar al receptor a partir de contenido erótico propio, el cibersexo suele ser más explícito.
A diferencia de la pornografía, en el cibersexo y en el sexting hay una o más personas al otro lado de la pantalla.
Ventajas del cibersexo
- Fácil acceso.
- Sin horarios (24 horas al día).
- No es necesario tener pareja.
- Permite desarrollar la imaginación y la fantasía.
- Puede tener usos terapéuticos como reactivar el deseo sexual en parejas que lo han perdido o en caso de que haya sea una relación a distancia.
- Puede considerarse como entrenamiento de la propia sexualidad antes de pasar a una relación física con otra persona.
- Riesgo cero de embarazos no deseados o de enfermedades de transmisión sexual (ETS).
Inconvenientes
- Puede ocasionar extorsión o chantaje, también conocido como sextorsión.
- Debido a la inmediatez, facilidad, anonimato y falta de compromiso, puede producir compulsividad o adicción (entendida como actividad cuya ausencia genera malestar).
- Puede inhibir formas de sociabilidad o incluso impedir la práctica sexual tradicional, con contacto físico.
- Puede ocasionar problemas por accesibilidad de menores si no existe una adecuada educación y control parental.
- Dilemas éticos. Ya que puede practicarse con más de una pareja, ¿puede considerarse infidelidad? ¿Cuál es el alcance?
¿Cómo practicar cibersexo de forma segura?
- Enfócalo como una oportunidad para conectar con tu sexualidad y compartirla con la de alguien, no como una limitación o un tabú.
- Pon límites claros de hasta dónde quieres llegar. Asegúrate que es una práctica que te apetece probar, sin presiones de nadie.
- Busca el momento adecuado y crea un ambiente propicio.
- Mantén una actitud exploratoria. Deja a un lado los complejos, déjate llevar y desenvuélvete con naturalidad.
Protege tu intimidad
- Si interactúas con desconocidos, presta especial atención a desactivar tu ubicación y evita incluir tu cara o aspectos reconocibles de ti (tatuajes, lunares, cicatrices o rasgos característicos).
- Borra los contenidos sexuales de tu móvil u ordenador. Pueden ser robados o visto por una tercera persona.
- Cuida las imágenes que publicas en internet. Recuerda que toda tu actividad online deja una huella que puede permanecer indefinidamente.
- Elimina malware. Revisa que no tengas ningún software malicioso que comparta tus datos sin tu consentimiento.
- Cambia periódicamente tus contraseñas.
- No cedas a chantajes. Si aceptas, tu acosador gana poder y podrá seguir extorsionándote.
- Si eres víctima de sextorsión, guarda todas las amenazas y denúncialo.
- La confianza y respeto debe ser la base. Recuerda que el propietario de las imágenes o vídeos es el autor de las mismas, y no quien recibe el contenido, así que no hagas a los demás lo que no te gustaría que te hicieran.
¿El futuro?
Existe una nueva línea en relación con el sexo online, la denominada digisexualidad. El cibersexo y el sexting, que son las formas habituales en la actualidad, se entenderían como digisexualidad de primera ola. Sin embargo, se están estudiando nuevas formas de sexualidad a partir de tecnología avanzada, la digisexualidad de segunda ola, que pretenden ofrecer experiencias sexuales intensas, inmersivas y que no dependan de otro ser humano. Aunque todavía no existen resultados factibles, algunas compañías ya están diseñando prototipos de robots sexuales. Lo que sí está progresando a pasos acelerados es la realidad virtual. Existen mundos virtuales inmersivos y entornos multijugador, así como dispositivos de retroalimentación háptica (es decir, fuerzas, vibraciones y movimientos para recrear el sentido del tacto), conocidos como telediltonics.
A pesar de que los avances son todavía modestos, existe ya una nueva identidad sexual, los digisexuales, que renuncian a la intimidad sexual con seres humanos. Se prevé que en las próximas décadas, a medida que avance la tecnología, vayan en aumento.
El debate está servido.