Lucía mi pediatra: ¿a tu hijo le duele la cabeza?
¿A qué niño o niña no le ha dolido nunca la cabeza? Probablemente, sea uno de los motivos más frecuentes en la consulta de un pediatra. Y es tan frecuente que hasta un 96% de los niños habrán tenido una cefalea durante los primeros 14 años de vida y muchos de ellos, lo habrán sufrido en más de una ocasión.
— “Mamá, papá, me duele la cabeza”
Y casi sin pensarlo, los padres le ponemos el termómetro, ¿verdad? Pues no vamos desencaminados, ya que la causa más frecuente es la fiebre: infecciones leves-moderadas febriles que, secundariamente a la fiebre y al malestar, generan cefalea.
Si tiene fiebre, los padres tenemos las cosas más o menos claras: si se encuentra mal le daremos un antitérmico (paracetamol o ibuprofeno) y observaremos la evolución.
Pero si no tienen fiebre y, además, no es la primera vez que viene del colegio con dolor, ya nos empezamos a preocupar. ¿O no? Es entonces cuando nos asaltan las dudas.
Debéis saber que, excluyendo a las infecciones como principales causas de dolor de cabeza, dividiremos esta dolencia en tres grupos:
1. Cefaleas tensionales: las más frecuentes
Tras un periodo de estrés, falta de sueño, problemas visuales o problemas personales, el niño se queja de dolor de cabeza. Lo mismo nos ocurre a nosotros tras un mal día en el trabajo, ¿verdad?
Eso sí, en el caso de un niño con dolor de cabeza habitual durante semanas, debemos intentar ir siempre más allá y descartar otro tipo de problemas que puedan estar afectándole de forma importante. Es el caso del bullying en el colegio, maltrato o incluso un trastorno por déficit de atención (TDA). Este último hace que, al estar tan sumamente concentrados en el aula para intentar no perder el ritmo de la clase, al llegar a casa y casi de forma diaria, se quejen de dolor de cabeza.
Las cefaleas tensionales tienen unas características muy concretas que, tras una detallada historia clínica, no necesitan de otros estudios ni pruebas:
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Dolor leve o moderado
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Suelen afectar a ambos lados de la cabeza, sobre todo, frente
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Dolor continúo (como si le estuviesen apretando la cabeza o como si llevase un casco muy apretado)
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No suele haber náuseas ni vómitos
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No suele molestar el ruido (fonofobia) ni la luz (fotofobia)
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Desaparecen con analgesia habitual
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No les despierta por la noche
2. Las migrañas: mucho menos frecuentes
Suelen tener un componente hereditario claro, el padre o la madre tienen migrañas.
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Es un dolor intenso en pinchazos o martillazos (pulsátil)
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En un lado de la cabeza o cara (unilateral)
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Les molesta la luz (fotofobia) y el ruido (fonofobia)
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A veces tienen náuseas y/o vómitos
Les duele tanto que dejan de hacer lo que estaban haciendo por la intensidad del dolor. Encontraremos a nuestro hijo realmente afectado, pálido y a veces sudoroso.
El tratamiento, inicialmente, es el ibuprofeno. En ocasiones, las crisis de migraña son tan frecuentes en el tiempo que necesitarán de un tratamiento de mantenimiento para evitarlas, así como otro tipo de pruebas y valoración por un neuropediatra.
3. Cefaleas de origen neurológico o maligno, como los tumores cerebrales
Realmente, esta es la causa menos frecuente con muchísima diferencia. Sin embargo, por motivos obvios, genera una gran angustia familiar y es una de las causas por la que la inmensa mayoría de vosotros acudís al pediatra.
¿Cuáles son los síntomas de alarma?
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Si el dolor empieza de forma súbita, especialmente por las mañanas, y va aumentando con el paso de las horas.
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Si el dolor le despierta en mitad de la noche.
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Si tiene vómitos violentos, sin náuseas, sobre todo matutino.
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Visión doble.
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Si empeora con el ejercicio o la tos.
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Si hay cambios en el comportamiento del niño: está más adormilado o, por el contrario, más agitado, rebelde, confuso, mareado…
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Si hay alteración en su lenguaje: habla diferente, se le olvidan las palabras, habla más despacio de lo habitual…
Es en estos casos cuando, sin más demora, deberá ser evaluado por un pediatra.
Si tu hijo presenta dolores de cabeza recurrentes, lo ideal será comentarlo a tu pediatra. ¿Sabías que nuestros seguros de cuadro médico cuentan con acceso ilimitado a especialistas? Además, si tienes ya un pediatra de confianza y no está en nuestro cuadro médico, podrás incluirlo en tu seguro para no cambiar de profesional médico.